¡A mi no me gustan las chicas! [Errorink]

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- ¡Ink, deja de decir tus chistes terribles! ¡Ya te pareces al idiota de Sans!-

- ¡Vamos, Error,solo uno más!- Comentó mientras le seguía de forma completamente animada sin importarle mucho las quejas del otro, llegando incluso a pensar que era muy divertido verte hirviendo por el enojo, no le sorprendía que fuera de esa manera, después de todo había estado todo el descanso insistiéndole con los mismos temas, y es que era inevitable para él al ser alguien que adoraba las bromas malas.- Yo sé que a ti también te hacen reír.-

- Claro que no, cierra la boca.- Murmuró el aludido en un tono de cansancio, y en cuanto llegó a su destino, comenzó a prepararse un café amargo con algo de prisa al ver la hora; un suspiro salió de su boca cuando miró de reojo a la figura blanca imitando sus acciones.

- Ya, ya, tranquilo...- Mantuvo una sonrisa tranquila, sin decir absolutamente nada, podía sentir la profunda mirada de su compañero en él, su sonrisa se amplió, sabía el motivo por el que lo hacía.

- Ink, te vas a morir de diabetes como sigas haciendo eso.- Reprendió, pero a pesar de eso él otro le ignoraba olímpicamente mientras agregaba montones de azúcar a su bebida.

- Vamos, no es para tanto... Hablando de diabetes y azúcar, ¿cómo te va con tu pareja? Siempre que los veo ambos derrochan miel a mares, tengo que abrir la ventana para no intoxicarme con tanto amor. - Volvió a reír cuando recibió un codazo de su compañero.

- Es una mujer maravillosa. - Comentaba con una sonrisa tranquila y expresión relajada, apoyándose en la pared de estuco mientras metía una mano al bolsillo de su pantalón y sostenía su taza de manera firme con la otra, mirando al de ojos cambiantes.

- ¡Me alegra tanto que sean felices, Error! ¿Ya cuánto tiempo van a llevar juntos? ¿Un mes? ¿Dos? -

- Un año, Ink. -

Miró como el de bufanda marrón escupía su café ante tan declaración, únicamente atinó a rodar los ojos como si aquello fuera algo a lo que ya estaba acostumbrado, después de todo él sabía perfectamente que la memoria de su amigo no era precisamente la mejor.

- ¡¿Tanto tiempo?! ¡Haha, vaya! ¿Para cuándo la boda? -

- Cállate, aún es demasiado pronto para pensar en eso. - Sólo recibió una risita del más bajo, sentía que a veces podía ser bastante fastidioso cuando se lo proponía.- Mejor dime tú, ¿para cuándo tienes novia? Si sigues así vas a morir solo. -

- Ah... Bueno... Yo... Creo que ya tengo a alguien en mente, pero no creo que pueda llegar a gustarle.- Movía un poco el recipiente de donde había bebido, viendo su reflejo en el líquido dentro de éste.

- Felicidades, espero que no hagas el idiota, a veces las mujeres son demasiado exigentes. - Le dio una palmada en la espalda con confianza, recibiendo únicamente una mirada que no supo como definir, era una mezcla curiosa que no había visto antes en su amigo.

- Bueno, en realidad... -

- ¡Hey, chicos, se acabó el descanso, hora de volver al trabajo! - Interrumpió un esqueleto bajito de enormes ojos azules, sonriendo mientras pasaba por enfrente de ellos. - ¡Sólo no se tarden mucho o el jefe los va a regañar! -

- ¡Ya vamos, Arándano! - Exclamó el de colores negativos, solo para volver su vista al artista. - ¿Qué me ibas a decir? -

Ink le miró sin saber exactamente la respuesta que quería dar, sabía la clase de persona que era su compañero y que posiblemente se arriesgaba al rechazo tanto de él como de el resto si llegaba a decirle, pero también sabía que era un buen amigo y que sabría comprenderlo. Se sentía atrapado, no sabía exactamente en qué podía confiar o si era el momento más oportuno para decir algo como eso. Un suspiro salió de sus labios y le dio un sorbo rápido al café para terminárselo.

- A mi... Bueno... - Hablaba en un tono bajo, susurrando algo que después fue incomprensible para su compañero.

- ¿Qué dijiste? No te escuché. - Volvió a recibir un murmuro como respuesta y rodó los ojos, frunciendo un poco el cejo.- ¡Vamos, dilo, no tenemos todo el día! -

- ¡A mi no me gustan las chicas! - Le miró intentando demostrar fortaleza y seguridad en sus palabras, por más que en el fondo esperaba que aquello no tuviera algún efecto negativo en el que había sido su amigo toda la vida.

- ... Pero... ¿Qué? - La expresión de confusión solo le había helado más la sangre, reconocía ese tipo de mirada en las personas, era la misma que le había regalado su padre cuando se lo había contado.

- Error... Y-Yo soy gay. -

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Buenos días/tardes/noches, mocositos de mi laifu. <3 (?)

Kujuju adivinen quién vino con una nueva historia toda marciana. (─‿─)