Entré a la escuela adormilado, era bastante temprano, de pronto abro los ojos como platos, había alguien en mi casillero, una figura femenina bastante delgada y alta, cabello corto y un vestido suelto lleno de margaritas, zapatillas azules, alcé mi mirada a su rostro, era... hermosa, sus ojos miel, con esos labios rosados y nariz achatada... no dudé ni un segundo más, corrí hacia ella hasta quedar enfrente de ella, tomé sus muñecas rápidamente embobado con sus ojos, la miré unos segundos más para luego acercar mi rostro a ella y besarla con delicadeza, nuestros labios encajaban perfectamente, el sabor de sus labios era a cereza, comencé a separarme de a poco, algo avergonzado pero nada arrepentido con respecto a mis acciones.
— N-Noah... — Me percaté de su dulce voz acariciando mi oído suavemente. — Me... haz descubierto... — Ella sonrió con un color carmín que teñían sus mejillas.
—Eres hermosa... más de lo que imaginé. —
