3.-¿Enamorada?

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Zed lentamente habría los ojos con un dolor de cabeza enorme, inmediatamente vió una figura al borde inferior de la cama, y en un rápido movimiento Zed lanzó unas de sus sombras detras de la figura, y cuando estaba a punto de apuñalarla con las espadas del antebrazo, su mano se detuvo, pero sin contacto físico, sinó mágico.

-¿Quién eres? Nadie es capaz de frenar un ataque asi como si nada.-Preguntó Zed viendo que era una mujer peliblanca.

-De hecho, me a tomado por sorpresa, pero debido a tu estado, tu ya de por sí inepto ataque, a sido más lento que en la grieta.-Respondió Syndra mirando a su agresor.

-¿Syndra? ¿Qué mierda haces aquí? ¡No! ¡¿Qué hago yo aquí?!-Preguntó Zed mirando a su alrededor, notando que no conocía esa habitación.

-Te encontre con una gran perforación en tu estómago, y si te dejaba ahí tirado, hubieras muerto desangrado.

-¿Perforación?-Preguntó y reviso la herida, viendo una cicatriz que desprendía algo de mágia.

-Si Zed, como supondras la cerré con mágia.

-No sabía que tenías esa capacidad, y solo levantaste la prenda ¿No me hiciste nada más?

-¿Q-Que? ¡Claro que no te hice nada más idiota! Y para tu información, puedo hacer más cosas de lo que crees.

-No lo se, nadie se resiste a mi.-Dijo Zed sonriendo internamente.-Además, nisiquiera me quitaste la mascara.

-No me importa como sea tu horrible cara, Zed.

-Bueno agradezco tu hospitalidad, pero me debo ir.-Dijo Zed y abrió la ventana de la habitación, viendo que estaba en un templo que parecía haber sido arrancado a la fuerza de la tierra, y estaba flotando a muchos metros del aire.

-Salta, y muere, no es mi problema.

-Si no lo fuera, no me habría salvado la gran soberana oscura.-Dijo Zed y saltó, acto seguido intuitivamente Syndra corrió a la ventana y mandó una de sus bolas a recoger a Zed.

-¡Idiota! No tienes ni energía como para generar sombras, ¡Hubieras muerto!-Gritó Syndra a Zed al verlo encima de su pelota mágica entrando denuevo a la habitación, y luego lo golpeó con otra en el rostro haciendolo caer.

-¡Ves! No puedes ni esquivar eso.

Siertamente Zed no lo pensó bien, y sintió todo el desgaste en su cuerpo, era noche, estaba oscuro, pero él tenía buena capacidad para ver en la oscuridad y confiaba bastante en que con una sombra se salvaría de la caída.

-¿Para que me has salvado? ¿Acaso te importa lo que me pase?

-No, olvidaba decirte que Talon te manda saludos.

-¿Talon? Hace mucho no lo veo, debería reunirme con el.

-Levantate, ese golpe no era tan fuerte como para dejarte mal.

-Creo que me quiero quedar aquí tirado.

-El maestro de las sombras parece un niño llorón.-Dijo Syndra y se acercó a el para levantarlo con magia, cuando smbos quedaron a la misma altura, y Syndra sintió como movía su mano a un impulso por quitarle el yelmo a Zed.

-No.-Dijo el bajando la mano de Syndra.

-¿Por qué?

-No te gustará lo que verás

Aún así, Syndra con toda curiosidad acercó sus dos manos a los laterales del yelmo, y lo levantó lentamente, dejandole ver a un hombre de no más de 29 años, y Zed miro a la pared para evitar contacto con Syndra.

-No está tan mal.-Dijo Syndra sonriendo, intentando ocultar su gran atracción a un pelo blanco, cicatrizes en parte de su rostro, y unos profundos ojos color ezcarlata.

-Me debo ir Syndra, debo ir a la orden.

-No, tu herida a pesar de ser cerrada merece descanso, además perdiste mucha sangre, otra herida asi y....

-¿Qué Syndra? ¿Me muero?

-Quedate hasta mañana, para mañana supongo que estarás mejor.

-Syndra, a no mucho de aquí me atacaron, y podría hacerlo denuevo.

-Pues dudo pueda darte aquí, y si lo hace, lo mato y listo.-Dijo Syndra segura de sus palabras, a lo cual Zed sonrió, e hizo que Syndra colore sus mejillas carmesí al verlo.

-¿Dónde dormiré?-Preguntó Zed siguiendo a Syndra a una especie de sala principal, se encontraban en lo que parecía un gran castillo, con muchas habitaciones.

-Hay varias habitaciones aquí, en el tercer piso esta la mía, tiene la mejor vista, y siempre puedo mover el castillo hacia donde más me guste, tu dormirás aquí, junto a la mía, solía ser una habitación de huespedes.-Dijo Syndra mostrandole una habitación sencilla, una cama, una ventana, una pequeña mesa y un estante.

-¿Cómo estas segura que no escaparé mientras duermes?

-Has lo que quieras.-Dijo Syndra con un tono de enojo que ocultaba todo el miedo a que la abandone, y la deje en ese castillo tan solotario, pero ¿Por qué el y no otra persona?

*¿Me siento enamorada?*-Se preguntaba Syndra al dirigirse a su habitación, y descansar un poco.

Syndra no dormía mucho, no le hacía mucha falta dormir, pero esa noche durmió menos ¿Qué sentía en realidad por Zed? ¿Amor? Ella no sabía ni siquiera como se sentía amar, a la única persona que llegó a apresiar fué su maestro, a quien alguna vez consideró un padre, pero al descubrir que intentaba frenar sus poderes, lo asesinó, de pronto, el remordimiento que le invadió luego de asesinarlo, volvió denuevo.

Zed igualmente, no podía consiliar sueño, sin saber que hacer con Syndra, sentía que Syndra lo comprendía, y nunca quiso irse, solo saber si Syndra quería estar con el, peró sobre eso ¿Quién lo atacó y por qué quería matarlo?

Un Oscuro Amor [Zed X Syndra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora