4.-No me abandones

419 23 25
                                    

Syndra había dormido menos de 4 horas ese día, no se sentía cansada, pero le molestó estar ahí sin hacer nada hasta que los primero rayos de sol aparecieran, Zed igualmente acostado sin hacer nada más que observar el techo de su habitación pensando en Syndra, en quien pudo ser su agresor, pero principalmente, en Syndra y su hermoso pelo que olía levemente a flores blancas de Jonia.

Sin darse cuenta, habían pasado ya algunas horas y los rayos de sol ya habían salido, lentamente Zed se levantó creyendo que Syndra seguiría dormida, así que fué a su habitación a pedirle algo para taparse el dorso y llegar a la Orden de las sombras, pues se había sacado su ropa ensangrentada para dormir.

-Syndra, respeto tu derecho de cerrar la puerta como Soberana Oscura, pero reafirmo mi autoridad como Zed, el maestro de las sombras y la abro de todos modos.-Dijo Zed y abrió la puerta, encontrando su mascara al lado de la cama de Syndra, y la cama ordenada.*Ni modo*-Pensó, y se puso su camiseta ensangrentada para bajar de piso y buscarla.

Zed fué de habitación en habitación buscando a Syndra, siertamente su palacio era bastante grande, hasta que la encontró en lo que parecía un comedor sentada comiendo.

-Zed ¿Sigues con esa ropa?-Preguntó al verlo en tal repugnante estado.

-¿Y? ¿Qué sugieres que me ponga?

-Toma.-Dijo Syndra y con sus poderes le tiró una camiseta blanca, algo pequeña para el cuerpo de Zed.

-¿De quién es? Además, me quedará muy ajustada.

-Era de mi maestro, bueno, ex-maestro, si no te queda buscaré otra.

-Como digas, voy a cambiarme.

-No, cambiate aquí.-Refutó Syndra, cerrando la puerta del comedor con sus poderes.

-¿Q-Qué? ¡Pero que dices Syndra! Obviamente no me cambiaré aquí.

-Hazlo.

-No.

-Hazlo.-Dijo Syndra haciendo un puchero, e hizo que una bola apareciera junto a Zed.

-Esta bien, supongo que es para que veas como esta la herida.-Mencionó Zed, sabiendo perfectamente que ese no era el motivo.

Zed sin remedio, se cambió de espaldas a Syndra para evitar verla a los ojos mientras realizaba tal escena el maestro de las sombras, pero Syndra lo levantó con magia y lo acercó a la mesa, cuando Zed la vió, solo se pudo fijar en sus mejillas rojizas.

-V-Veo que tu herida sanó.-Habló Syndra, rompiendo el silencio, cuando en la herida fué en lo menos que se fijó, un cuerpo perfectamente formado, con cicatrizes que solo adornaban su figura.

-¿Ya me puedo poner la condenada camiseta?

Zed miraba a Syndra esperando respuesta, pero ella solo lo miraba atentamente.

-¿Syndra?

-Ah si si, ya puedes.

*¿Qué mierda hace el maestro de las sombras, asesino de sangre fría, haciendo esto?*-Se preguntó Zed y se puso la camiseta.

-Siéntate, es hora de comer.-Dijo Syndra sin dejar de mirar el cuerpo marcado por la camiseta, mientras servía té en una taza con sus poderes.

-¿No te parece un gasto poco necesario de energía?-Preguntó Zed y bebió un poco.

-No, es tan poco que no lo siento.

-Como digas.

-¿Ya te quieres ir a tu orden?

-Desde ayer.

Esas simples palabras bastaron para que la Soberana, solo se levante de su asciento y cierre de un portazo que rompió la puerta en pedazos.

-Largate, cuando baje no te quiero ver.-Dijo la soberana, aguantando toda la ira que le produjo, *Lo salvo, le doy una habitación, y ¿Así me lo agradece? Es un maldito, un maldito ninja, un maldito maestro de las sombras.*

Syndra voló hasta su habitación, cerró la puerta y se recosto con su cara hacia la almohada.

-Si no lo mato.... si no lo mato es solo por que.... por que.... creo que lo.... es un idiota.

-¿Quién es un idiota?-Preguntó el maestro de las sombras que había entrado en la habitación.

-¡Eres tu idiota!-Gritó la Soberana y le lanzó la almohada.

-Supongo que no me quieres aquí, no sé bien el porque, pero perdoname por lo que dije Syndra, agradezco todo lo que hiciste por mi, me a encantado estar aquí, y más que nada, me encantó.-Calló por un segundo el asesino.-me encantó estar contigo Syndra.-Y tras esas palabras su cuerpo comenzó a volverse sombra y desaparecer.

-¡No Zed, Espera por favor!-Pero lo gritó muy tarde, se había ido.

Un Oscuro Amor [Zed X Syndra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora