Tony Stark nunca se consideró alguien paternal. Demonios, él incluso evitaba a los niños como si de la plaga se tratase, sin ánimos de ofender, por supuesto; él simplemente no sabía cómo manejarlos. Normalmente prefería personas que pudieran pronunciar una oración completa, o al menos atar sus zapatos.
No, niños y Tony no eran palabras de la misma oración. Entonces, ¿por qué estaba él en una rodilla, en medio de una calle en París, hablándole calmadamente a uno?
Una reunión de Industrias Stark estaba programada en París ese día, era mediados de noviembre y estaba helando afuera. Tony había intentado escabullirse de la responsabilidad de asistir, pero Pepper lo había obligado a ir. A regañadientes, se bajó de su jet privado y entró en el automóvil que lo esperaba. Pepper ya se había adelantado al elaborar para él una tabla con todos los detalles de última hora.
Después de que Happy lo dejara en su hotel, Tony dio un rápido paseo alrededor de la cuadra. Nunca antes había estado en París, lo crean o no. Justo cuando estaba a punto de sacar su teléfono, sintió que algo golpeaba su pierna. Lo siguiente que supo fue que un pequeño cuerpo colisionaba contra él y se desplomaba.
Un chico que no podía tener más de ocho años, pensó Tony, se detuvo un momento a su lado antes de salir corriendo.
Tony revisó rápidamente sus bolsillos, y se volvió presa del pánico cuando no pudo encontrar su billetera. Levantó la cabeza y vio al niño desaparecer detrás de una esquina.
"¡Oye!"
El genio billonario se tambaleó y fue detrás del ladrón. Sabía que iba a llegar tarde y Pepper iba a enojarse, pero no le importó. Nadie le robaba a Tony Stark.
Después de aproximadamente una media milla, perdió de vista al niño. No era de sorprenderse, Tony nunca había estado en París, y el niño claramente conocía las calles mejor que él. Se pasó la mano por el pelo, suspirando. Bueno, esa reunión no podría aburrirlo hasta la muerte, por lo que bien podría estar allí.
Se volvió para caminar por donde había venido, cuando escuchó un grito ahogado y a un hombre enojado gritando algo. Tony caminó lentamente hacia adelante y giró un poco para mirar en el callejón.
Un hombre grande tenía presionado al niño que le había robado bruscamente contra la pared de piedra, con la billetera de Tony en una mano y el cuello del niño en la otra. El niño trataba de luchar sin lograr nada. El hombre podía rodear toda su pequeña cintura con uno solo de sus brazos.
Sin pensarlo, Tony se acercó al hombre más alto. "Oye, amigo. ¿Qué te parece molestar a alguien que pueda defenderse?" Se lanzó hacia el gigante, y sonrió. Así que esto se sentía ser el Capitán América, ¿eh? Steve estaría tan orgulloso de él ahora mismo.
El hombre alto, fuerte, giró el rostro justo a tiempo para sentir de lleno el puño de Tony. Aturdido momentáneamente, soltó su agarre en el niño, quien se hundió en el suelo y gateó fuera de la pelea. Imbécil, como Tony quería llamarlo, respondió con un golpe también, y el ingeniero apenas tuvo tiempo para esquivarlo.
Tony buscó en el bolsillo de su abrigo y presionó una cápsula de metal en su mano derecha. Cuadros de metal comenzaron a alinearse en su piel de forma instantánea, uniéndose como una armadura. Tony se levantó y apuntó con la palma hacia él.
"Última oportunidad," advirtió. "Deja al niño en paz y todos podremos volver a nuestras aburridas vidas."
El gran hombre rio nasalmente y se acercó con rapidez. Tony se encogió de hombros, su funeral.
Cargó el impulsor y disparó. La explosión golpeó al hombre y lo arrojó de nuevo al suelo del callejón. Aterrizó en un banco de nieve, completamente inconsciente. Presionó un botón y la armadura se contrajo a su forma original. Guardando la pieza de tecnología Stark en su bolsillo, Tony se giró hacia el niño tembloroso.
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Eye of the Beholder // Avengers
FanfictionTony Stark nunca se consideró alguien paternal. Demonios, él incluso evitaba a los niños como si de la plaga se tratase, sin ánimos de ofender, por supuesto; él simplemente no sabía cómo manejarlos. No, niños y Tony no eran palabras de la misma orac...