III

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Tony quería al niño, realmente que sí, así que no le sorprendió mucho a Pepper cuando el hombre anunció que adoptaría a Luke dos semanas después de que regresaran de París. Lo que único que ella le preguntó fue: "¿Estás listo para esto? ¿Tony?"

¿Estaba listo para esto? Diablos, no.

Lo único que sabía era que quería a Luke más que a nada en el mundo. El niño era tan lindo y bien educado que resultaba raro. Solo por la forma en que lo miraba, el corazón del multimillonario se apretaba con fuerza.

Además, Luke era popular con todos en la torre.

Clint le había tomado cariño instantáneo al pequeño. Colocaba a Luke sobre sus hombros y corría como un idiota, mientras que el niño se reía y aplaudía. Luke también juega con las flechas de Hawkeye, lo cual Tony nunca aprobó. Después, Clint promete mantener su arsenal bajo llave en todo momento a partir de ahora.

Natasha no era buena con los niños, pero a ella le agrada Luke más que la mayoría de los otros niños. Ella se despertaba todas las mañanas y le hacía chocolate caliente con pequeños malvaviscos; le ayudaba a hacerle bromas a Clint mientras dormía, la mayoría de las veces con Sharpies o crema de afeitar involucrados.

Steve se había asustado un día cuando encontró a Luke en el gimnasio, pues entre los pesos y la maquinaria podría herirse seriamente. Fue todo un espectáculo ver a Capitán América corriendo, asegurándose de que el niño no se hubiera lastimado de ninguna manera. Tony lo mataría si eso sucede.

Resultó que Luke era un buen atleta. Participaba en el entrenamiento matutino con Steve, Clint y Tony, y solo se detenía cuando sus cortas piernas ya no podían seguir el ritmo de los adultos. Tony incluso le había comprado su propio juego de pesas de una libra.

Bruce era bueno con los niños. Lo que hacía, principalmente, era sentarse en su laboratorio mientras Luke garabateaba junto a él con crayones. De vez en cuando, Bruce miraba a Luke alzar la vista de su dibujo y posarla en él, y a veces podía jurar que el niño sabía exactamente lo que estaba haciendo. Pero Luke siempre salía de su trance y dibujaba más.

La primera vez que Luke conoció a Jarvis, había mirado por toda la torre tratando de encontrar la fuente de la misteriosa voz de los cielos. Tony se apiadó de él y le mostró las computadoras que manejaban a Jarvis. Esta respuesta pareció satisfacer al chico, para el gran placer de Tony.

"¿Estás seguro?" Pepper le preguntó de nuevo, sacando a Tony de su ensoñación.

Tony asintió. "Estoy seguro. Déjame saber qué debo firmar."

Pepper hizo algunas llamadas mientras Tony jugaba con algunas cosas en su escritorio.

"Lo que más me preocupa," dice Pepper mientras cuelga el teléfono, "es que no ha dicho nada desde que lo conociste."

Tony se rascó la cabeza. Eso también le había pasado por la mente. Quizás Luke no podía hablar, o tal vez no quería hacerlo.

"Estoy seguro de que lo hará cuando esté listo."

"¿Y te aseguraste que nadie lo estuviera buscando?" preguntó Pepper.

"Por supuesto. Llamé a todo París. Demonios, ¡al mundo entero! y nadie lo echaba de menos. Es realmente triste. Alguien simplemente abandonó al niño a morir a mediados de diciembre."

"Bien." dijo Pepper, y ella sonrió. "Es bueno que lo hayas encontrado entonces."

"Sí," suspiró Tony. Realmente no quería pensar qué hubiera pasado si no hubiese perseguido a Luke ese día en París. Ese hombre probablemente lo hubiera asesinado.

Eye of the Beholder  //  AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora