• Capítulo uno •

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"¡Elsa!" Grité por quinta vez a mi secretaria, la cual no tenía ni idea el porque no me contestaba, ya le había marcado a su pequeña oficina que se encontraba a un lado de la mía y nada.

Decidí levantarme de mi asiento e ir personalmente a hablar con ella.
En cuanto abrí la puerta la vi completamente dormida ¡Incluso tenía una almohada para dormirse!

"Mjum, mjum" carraspeé intentando despertarla y nada. Ya estaba completamente harta de ella.

Agarré un montón de papeles y libretas que se encontraban a su alrededor y los aventé en contra del escritorio, haciendo que ella diese un salto de el susto que le había ocasionado.

"Ah, hola jefa ¿qué se le ofrece?" Dijo frotándose los ojos con las manos y bostezando en mi cara.

"Despedida" dije antes de voltearme y cerrar la puerta.

Cinco minutos después noté como se abría la puerta lentamente y notaba como entraba una Elsa completamente diferente, se había arreglado el cabello, el uniforme y al parecer se había echado agua en la cara, ya que se veía más despierta.

"Pe..perdone Srita. Jauregui, no volverá a ocurrir." Tartamudeó mientras me miraba a los ojos con tristeza.

Admito que de verdad me daba bastante pena despedirla, pero tenía que hacerlo.

"No, no volverá a ocurrir porque estás despedida" dije mientras la miraba fríamente, aun que por dentro me moría de ganas por abrazarla, ya que me recordaba demasiado a mi abuela.
Elsa era una persona casi de la tercera edad, mi hermosa esposa había seleccionado para mi, claro que solo se fijó en que fuese la que menos fuese de mi tipo y no en como trabajaba para mi.

"Srita. Jauregui, por favor" Lo dijo con unos ojos de suplica.

"Lo lamento, para mañana quiero sus cosas afuera" ella asintió con la mirada hacia el piso y yo puse mi vista en mi laptop.

"Ah y si no es molestia ¿puedes encargarte de poner un letrero en el periódico acerca de buscar personal?" Sonreí falsamente y ella asintió retirándose lentamente.

"Elsa" la llamé antes de que pudiese salir de mi oficina. "¿Cómo sigue tu esposo?".

Ella volteó y soltó un gran suspiro "Sigue en el hospital".

"Yo en verdad lo lamento demasiado y creo que la única manera de compensar todos estos años que me hiciste compañía sería pagando sus medicamentos y operaciones y todo lo que necesite al respecto de él y el cancer, todo va de mi parte". Sonreí y me paré enseguida abrazando a la mujer que se había puesto a llorar.

"Usted tiene un alma muy buena Srita. Jauregui" me abrazó con aún más fuerza.

-

POV Camila.

Sentí un dulce beso y una tierna voz despertarme "Ya me voy kaki" fue lo único que escuché y rápidamente me levante de la cama.

"¿Ya?" Ella asintió un par de veces y yo traté de buscar todo tipo de ropa que luciera decente, iba a llevar a Sofía a su primer día de clases en su nueva primaria.

"No es necesario que me lleves" Dijo mientras saltaba de un lado al otro con el cepillo de dientes en mi boca intentando ponerme un pantalón.

"Claro que sí, ya casi estoy lista" dije y ella se llevó la mano a la frente dándose un golpe.

"Ey, pues es tu culpa, me hubieses despertado más temprano".

Me medio arreglé el pelo y tomé a Sofía de la mano llevándola a su primaria. "¿Estás nerviosa?" Dije mirándola de reojo mientras caminábamos las dos cuadras de distancia que teníamos hacía la primaria o como a mi me gustaba decirle: Infierno.

"Un poco, espero y mis compañeritos no me molesten como en el otro colegio". Dijo eso y mi corazón fue aplastado ya que sabía que le hacían bullying y por eso decidí meterla en otro lugar.

"No lo harán princesa y si lo hacen pues se las verán conmigo" dije intentando hacer la cara más ruda que pude, haciendo reír a sofi.

"Ey, hasta aquí, no quiero que me vean llegar con una chica rara" dijo poniendo su pequeña mano en mi pierna y yo hice cara de ofendida.
"Está bien, pero estaré observando desde aquí que te vea entrar". Asintió y antes de que se fuera la jalé de su bracito y la cargué, comiéndola a besos.

"¡Bastaaa!" Gritó riéndose a carcajadas.

"Ya vete pequeña" dije bajándola y viéndola irse.

-

Diez minutos después me encontraba buscando trabajo. Mi salario como mesera en horario nocturno no me hacía ganar lo suficiente como para darnos de comer a mi y a Sofía.

"Mmm no, no me gusta ese" dije hablando sola conmigo misma mientras subrayaba y tachaba trabajos que encontraba en el periódico.

"Se busca secretaria con horario disponible de 9 a 6 de la tarde, preparatoria terminada"

Lo encerré y marqué a el número que decía el pequeño letrero.

"Ajá, sí, sí, mjum, gracias, mañana mismo estaré ahí." fue lo único que dije ya que la chica sabía para que era por lo que llamaba y me dio hora y lugar para llegar a mi entrevista con la Señora ¿jaregui? No recuerdo bien como había pronunciado ese apellido tan extraño, pero bueno; luego la conocería.

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HOLA:)
Este es el primer capítulo que subo de esta historia, espero y les vaya gustando y que voten, comenten y puntúen para seguir actualizando con frecuencia :)

-N.

BO$$ | CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora