• Capítulo seis •

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Pov Camila.

"¿Por qué siempre duermes cómo un oso Kaki?" Dijo una suave voz palmeando mi cachete.

"¿Qué hora es?" Dije levantándome tan rápido que asusté a la pequeña.

"7:30" respondió rápidamente.

"¡A la otra despiértame más temprano!" Bufé buscando algo decente que ponerme.

"¡Eso intenté! ¿Qué no ves?" Apuntó hacia el montón de almohadas que estaban en el suelo. "Te pegué con todas en la cara y nunca despertaste, empezaba a pensar que estabas muerta". Rió.

Me paré en seco y volteé a verla "Con eso no se juega Sofía Cabello" apunté con mi dedo haciendo signo de reprobación y ella solo tapó su pequeña boquita con sus manos.

De repente sonó el timbre.

"Mierda, es Lauren" dije empezando a buscar que ponerme más rápido que flash.

"Kaki, dijiste una maldición" abrió sus ojos como platos y su boca formó una gran O.

"No pequeña, escuchaste mal, dije caquita" sacaba unos tacones negros que se encontraban regados debajo de la cama, mientras me colocaba un vestido ajustado de color blanco que hacía resaltar mi cuerpo.

"¿Vendrá ella por ti?" Dijo aún con la boca en forma de O.

"Sí, iremos de nuevo a almorzar" Contesté poniéndome mis zapatillas.

Sofí empezó a dar unos pequeños saltitos en su lugar mientras aplaudía. "¡WUUUU!" gritaba.

"¿Puedes abrirle a Lauren y hacer que espere en la sala en lo que termino de arreglarme? Dile que no tardaré nada"

Ella asintió y se fue hacía la puerta.

"Pregunta quien es antes de abrirla"

"¡Está bien!" Gritó para que la pudiese escuchar.

"¿Quién es?" Se escuchó su pequeña voz a lo lejos.

Oí la puerta abrir y no pude evitar sonreír.

"Ahorita voy" grité y continué arreglándome lo más rápido que pude.

-

Pov Lauren.

La casa de Camila era muy pequeña, a decir verdad su sala era el tamaño de mi baño, pero era muy acogedora y linda, muy al estilo de ella.

"Vendrá en un rato" Dijo la pequeña que si bien recordaba se llamaba Sofía, ella se acercó un poco más a mi e hizo una seña para que me agachara y que pudiese susurrarme algo.

"Se acaba de despertar hace tres minutos" dijo entre risas y no pude evitarme reír con ella.

"Te escuché" dijo Camila recargada en la puerta.

Sofía dio un pequeño salto de sorpresa y rió de nuevo. Yo me enderecé y le sonreí.

"¿Podemos llevar a Sofi a la escuela?" Dijo después de unos segundos de contacto visual sin haber dicho ni una palabra.

BO$$ | CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora