• Capítulo Ocho •

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Pov Camila.

Salí rápidamente de la oficina de MI JEFA a la cuál HABÍA BESADO HACE DOS MINUTOS.

¿Por qué rayos nos besamos?

<<¿Lauren tiene pene?>>

<<No pienses en eso maldita enferma>> me regañé mentalmente.

Fui rápidamente hacia el baño y me tiré agua en el rostro para despertarme un poco más y tener ideas claras sobre lo que acababa de suceder.

"Maldita sea Camila, tu necesitas este empleo, necesitas sacar adelante a Sofi" hablé sola mirándome en el espejo.

La puerta se abrió de golpe y al escuchar el sonido de la puerta al azotarse con el muro giré para ver de quien se trataba.

Lauren.

"¿Pasó.." no me dejó terminar.

Se acercó violentamente a mi y me besó nuevamente.

No lo respondí al inicio pero al poco tiempo noté como su lengua exigía paso en mi cavidad bucal y lo acepté. El beso se intensificó tan rápido que empecé a necesitar aire pero a la vez no me quería alejar y noté como la respiración de ella también empezaba a entrecortarse.

Lauren empezó a mover sus brazos, empezando a tocar mi espalda lentamente y poco a poco tocó todo mi cuerpo con sus manos de una manera que me hacía creer que me necesitaba.

Sentí como lentamente me empecé a subir a el lavamanos y como ella empezó a levantar mi vestido sin interrumpir el beso.

Una vez arriba del lavamanos y Lauren empezó a besar lentamente mi cuello y bajando, empezando a depositar besos en mi pecho una vez quitado el vestido completamente.
Capturó uno de mis pezones con su legua y empecé a gemir.

Sentí como sus dedos tocaban por encima de mi zona íntima y pude sentir lo mojada que estaba gracias a ella.

De un momento a otro ya estaba sin mis bragas y empecé a sentir como estimulaba mi clítoris con sus dedos.

"Lauren" Gemí.

"Para" ordené.

La empujé levemente y me levanté del lavamanos en el que estaba anteriormente.

"No podemos hacer esto en el trabajo.." suspiré.

"Podemos ir a mi departamento" Dijo con la respiración aún entrecortada y alejando de su rostro un pequeño mechón rebelde.

"No, Lauren. No podemos hacer esto ni aquí, ni en ningún otro lugar".

Su cara mostró toda la confusión que ella tenía.

"Tienes esposa" Dije mientras me empezaba a poner el vestido que llevaba.

Ella no decía absolutamente nada, solo notaba aún su expresión confusa. Así que decidí irme y dejarla sola en el baño.

"Estaré esperándola en la oficina, Srita. Jauregui". Dije con un tono serio que hasta a mi me dio escalofríos.

Cerré la puerta y me fui hacia la oficina de mi jefa.

BO$$ | CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora