El poder dentro de mí (YOONMIN)

Capítulo 2

YoonGi apreto los bordes de su bermuda entre sus dedos al tiempo que tensaba la mandibula tratando de contener a su lobo. Su lobo interior y su lado humano estaban en una constante guerra por el dominio, lo que le hacia sentirse cada vez mas agotado. No recuerda haber estado tan falto de armonia entre ambas partes desde que se hubo presentado, aunque duda de que incluso entonces hubiera estado tan en desacuerdo con su lado animal.

Su lado lobuno le exigia que se pusiera de pie y fuera por su pareja, lo tomara, lo dominara y lo reclamara como suyo; porque le pertenecia, los Dioses lo habian puesto para el y nadie podia quitarselo.

Por otra parte estaba su lado humano, que trataba de convencer a su obstinado lobo de que debian esperar, hablarlo con su compañero, ponerse de acuerdo y entonces, si este acepta, consumar el acto. Jimin tampoco se lo ponía facil, desde que desperto este habia estado soltando agonizantes alaridos y pedia por su presencia,lo que impulsaba mas a su lobo a ir a por el.

Una mano sobre su hombro le hizo abrir los ojos sobresaltado, los habia mantenido cerrado durante toda su disputa interna.

-Debes mantenerte calmado YoonGi. Jimin ya tiene a los chicos lo suficientemente nerviosos y a pesar de que trato de mantenerlos tranquilos si tu tambien te le agregas, vas a terminar afectandome tambien a mi.-Jin le apreto el hombro.

-Lo siento, es solo que se me hace dificil.-Suspiro, apretando los ojos y meneando la cabeza luego; tratando de despejarse.-Tratare de mantenerne calmado-.

-Esta bien.-Jin le dio unas palmaditas en el hombro, dedicándole su como siempre maternal sonrisa antes de sentarse sobre el regazo de NamJoon en el sofa frente a el.

-¿Estas bien?-Pregunto, dirigiéndose al lider alfa del grupo.-Recuerdo que Jimin te ataco.-NamJoon hizo una mueca antes de asentir.

-Jin ya me ayudo, no tienes de que preocuparte.-Respondió acariciando distraidamente el muslo de su omega, como agradeciendo que lo hubiera echo.-De lo que estoy reguro es de que el don de Jimin no es un juego, el chico te hacer arder como si estuvieras en las brazas del infierno.-Murmuró. YoonGi miro hacia el pasillo cuando escucho la voz de su pareja chillar su nombre entre ruegos.

-Creo que deberia irme por un tiempo.-Jadeó, incluso decirlo le dolia.

Jin se enderezo aun sentado en el refazo de su alfa y le miro serio.

-No puedes hacerlo.-Negó.

-Pero Jin, quedarme aqui me enloquecera-.

-E irte te destruirá.-Suspiró.-YoonGi, si te vas perderas el poco auto control que te queda y no serás el único afectado, JiMin tambien esta tan involucrado como tu en esto, el es un omega y es tu compañero-.

YoonGi no necesitaba la confirmacion de Jin para saber que Jimin era un omega, su aroma era embriagadoramente dulce. El olía a cereza, a tierra mojada, mas especificamente a la fragancia que libera la tierra cuando empieza a llover y a bosque, lo que le agregaba un toque de libertad. A YoonGi le fascino el olor desde el primer momento en que su olfato lo detecto, el olor le envolvio y algo en su cabeza le grito ¡Mío!. Ni siquiera se detuvo a pensarlo cuando se precipito fuera de su habitacion en busca del poseedor de dicha fragancia, por lo que ayudandose de su desarrollado olfato termino dando con su destino, la habitación de Jimin.

De solo recordar como este le miro antes de desmayarse y lo tomara en brazos, se extremece. Sabe que quizas lo imagino, pero jura haber visto el reconocimiento en sus pupilas y cuando se encerró con el en la habitacion llevandolo hasta la cama, pudiendo entonces enterrar su nariz en el cuello del omega y embriagarse con la fuente de tan exquisito aroma, se sintió en casa y supo que había encontrado su otra mitad, todo su ser lo reconoció y su cuerpo reacciono al instante, su pene engrosándose y alzandose en cuestión de segundos.