I do not fall Adam!

One

El dulce sabor del vino hace que mi humor y nervios estén bajo control, todos en la sala están degustándo de la botella que trajo papa, el semiseco que no recuerdo la marca que recomendó ha sido aprobado por Mama, cosa que no me sorprende, ella es la que manda, estoy tan a gusto que doy otro sabor.

—Todavía no puedo creer que ya se vaya a la universidad  —lloriquea mama.

—Mama no por favor.

—Todavía recuerdo cuando se escapaban de la casa y se metían en la piscina del vecino desnudos.

—Jesús, papá — mi hermano gime y avisa a nuestro progenitor.

El nos da la típica mirada de "cállense y déjenla hablar", nosotros solo suspiramos y rodamos los ojos.

—Ya me esta dejando mi pequeña el nido—

—Ya son todos unos adultos cariño — dice con orgullo.

— Cállate, para mi serán mis retoños 

—Nosotros te queremos papi — dice con voz melosa mi hermano, que solo vino para esta reunión familiar, el es un año mayor que yo así que esta residiendo en la universidad que eligió.

— Por favor conozco ese tono — papa alza la ceja—di que quieres.

Para nadie es novedad que X le dice cosas bonitas a papa para su propio provecho, y para mi desventaja, tengo que prepararme para el ataque.

— Pues quien se queda con tu hermoso carro papa, sabes que tu hijo lo necesitara mas que la enclenque de Abby —escuchamos un sonido pequeño, para luego morirnos con un olor pestilente de un pedo—no puedo pedirle siempre a Andy que me lleve.

— Solo eso faltaba, que te salgas cochino —abro las ventanas porque me asfixio.

El muy sinvergüenza en vez de sentirse apenado, solo nos sonríe.

— Apestoso.

— Engreída

—Sabia que no debíamos comer esos fréjoles —papa fulmina a mama —debiste tirarlos a la basura, mi olfato es mejor que el tuyo.

— Bueno, ¿quien quiere mas vino? —  clásico de ella, cambiar de tema, papa rueda los ojos.

Nos sirve un poco mas para nuestras copas, doy otro sorbe y me relajo, al fin dejaría el pueblo y me iría a la universidad, sinónimo de libertad.

— Papa ya dinos quien se quedara con tu carro, no me lo diste a mi porque querías esperar a la mocosa de ahí que termine la preparatoria.

Suelto un suspiro apenas imperceptible.

— Solo hay una manera de ganárselo.

Lo miramos los dos para prosiga.

— Un juego de voleyball, tendrán una duración de 10 minutos.

Los dos sonreímos, ambos sabemos quien es mejor en ese deporte: yo por supuesto, corro para cambiarme por ropa deportiva.

Sera pan comido.

**************

El imbécil de mi hermano hizo trampa, me distrajo diciendo que mire hacia esa dirección, y me lanzó la pelota, por tonta le creí y perdí un punto porque estábamos empatados.

—Eres una mala perdedora Abigail.

—Papa, soy la luz de tus ojos —hago un puchero— merezco esa belleza.

—Linda, ya tu hermano se quedo con el carro, pero no te preocupes, tengo algo mejor ya veras.

Malhumorada voy a mi habitación y doy un portazo, me dejo caer en la cama y grito contra la almohada, debí ser hija única.

Frustrada pataleo, y respiro profundo antes de calmarme, si se preguntan si, tengo arranques de ira no controlada.

Qué pena para mi futuro marido, ah no, nunca tendré.  

La cuestión es que la universidad de California antes de mis exámenes finales me han aceptado, grite de la emoción en los pasillos hace dos días, abrazándome de mi mejor amiga, movíamos las caderas y chocábamos los puños, se los avise a mis padres y lo celebramos con vino.

De lo que no estoy absolutamente feliz es que se acerca el final, me refiero a mas a la fiesta de graduación, me gustan las fiesta no lo niego, pero veré mucho drama ese día y no me apetece ver pañuelos y mocos tendidos en el sueño por las lloronas de mis compañeras, pero por obra de ela fiesta ya mi mama eligió el vestido y decirle a ella no es como empezar la guerra, lo único que se queja es el asunto del acompañante invisible , con orgullo digo que no porque no me apetece ir con nadie aparte de Riley, pero ella ya tiene así que se seré su hermoso violín.

Llego ese día.

— Por dios Abigail sonríe niña, que no vas a un funeral —mama esta con su cámara , yo al final de las escaleras tratando de posar como me pide, pero es imposible cuando me dice  cada segundo que haga esto y lo otro, denme un respiro.

Papa esta su costado agarrándola de la cintura, logrando sin mucho éxito no llorar pero sus ojos brillosos lo delatan, oh papa. 

  — Me gustaría que los chicos estuvieran acá, así no estarías sola cariño —lo dice por mis primos, que en realidad no son mis primos pero los quiero como tales, hasta donde se solo Bryce y Floor estudiaron juntos, aunque grados diferentes.

— Linda, nuestra niña no necesita de un...

— ...hombre para estar segura, nunca —termino feliz la frase de papa —estaré bien y me divertiré como si tuviera pareja, tu lo sabes mama. 

Ella me asiente y entre los dos me abrazan, un gran abrazo que les pido me suelten porque me falta el aire, reímos y abro la puerta.

Me quedo helada al no ver el carro de papa afuera sino una limusina blanca.

Papa me agarra por los hombros, ayudando a estabilizarme porque vaya sorpresa.

— ¿No creerás que una hija mía se ira en cualquier auto verdad? — trato de no soltar lagrimitas —para ti lo mejor .

—Papa eso debió costar bastante no era necesario...

— Pero al ver tu cara de emoción se que valió la pena princesa, ahora ve que mama y yo queremos tener la casa para los dos —alza las cejas de la emoción y mama se sonroja.

— Papa, no tienes que decirme tus planes, buen Dios ustedes son terribles —una cosa es que te lo diga tu amiga, y otra que te lo diga tus padres.

El se rie y prosigo dirigirme al lujoso que me espera, un señor me anre la puerta elegantemente y yo gustosa entro, a mi costado puedo ver que se ubica una pequeña refrigerador, con gusto me sirvo la bebida que está disponible.

Esto si es lujo.

Me la pase todo el camino entre tomando y viendo mi celular las últimas actualizaciones en las redes sociales. Veo que todas han subido fotos de sus vestidos.

Yo solo me limito a observar y ver el maquillaje que no les favorece en algunas y reírme, no sé si han escuchado de esas modas de último momento, de ponerse más cejas, ponerse pecas, etc etc.

Los millenials somos terribles.