Make you feel my love (Ming x Wayo)

Capítulo Uno: Rutina

Ahora si comenzamos ….

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Esa mañana seguí mi rutina como cualquier día escolar. Me desperté desagradablemente más temprano de lo normal.

Tome una ducha rápida, me puse el uniforme de la universidad y finalmente tomé mis llaves y cartera, listo para un nuevo día. Salí de mi dormitorio y me dirigía hacia mi auto, justo en ese momento me di cuenta que había olvidado mi mochila.

Cielos, Ming, ¿dónde tienes la cabeza ahora? Si mi padre me viera ahora no pararía de reprenderme. “¡Si olvidas algo tan simple, ¿cómo esperas dirigir una compañía?!”. Ya puedo oírlo.

Pero tendría razón.

Lo cierto es que hay algo que ocupa toda mi atención en este momento. Bueno, más bien alguien. Alguien muy lindo, malhumorado pero realmente adorable. Con los hoyuelos más hermosos que he visto. Y a quien vería a la hora del almuerzo.

Terminé mi primer periodo de clases en un parpadeo. Vaya, el tiempo de verdad vuela cuando se esta distraído. O cuando se esta enamorado. En esta ocasión fueron ambas.

Ni bien termino mi lección estaba por emprender mi camino a la facultad de medicina, cuando alguien me llamó.

-Oye Ming, ¿quieres acompañarnos a comer?- dijo uno de mis amigos de ingeniería.

-No gracias, ya tengo planes, la próxima vez será. ¡Nos vemos!

-Esta bien, ¡nos vemos en la próxima clase!-contestaron.

Hace tiempo que no como con ellos. O salgo, o hablo, o convivo de forma decente, algo más que suspirar y que ellos me pregunten qué me sucede.

A este paso me quedaré sin amigos en mi clase.

Sin embargo, e ignorando la posibilidad de arruinar mis amistades, me encontraba de buen humor. Sonreía a cada paso que daba, encantando a cuánta chica, y alguno que otro chico, que se cruzara en mi camino.

“Hoy será un buen día” Pensé. Ese no era momento de pensar en amigos, había alguien más importante ocupando mi mente. Y ese alguien estaba sentado en una de más bancas, viendo su celular.

-¡P’Kitkat!-Grité desde el fondo de mis pulmones, haciendo que todos en el corredor voltearan a verme.

-Oh no-susurró.

Bueno, tal vez solo sería un buen día para mi.

-Ming Kwan, ¿podrías dejar de ser tan ruidoso por solo un minuto? Aturdes mis pensamientos- Dijo mi querido amigo Kit, P’Kitkat como me gusta llamarle.

-No puedo P’, si lo hiciera tú no sabrías que estoy aquí-dije haciendo pucheros

-Realmente desearía eso justo ahora-susurró

-¿Qué dijiste P’?- pregunté.

-Nada, nada- dijo P’Kit. Obviamente si había escuchado lo que dijo, pero no me lo tomo seriamente. Sé que el disfruta de mi presencia casi como yo disfruto de la suya.

Hay muchas cosas que debo decirles sobre mi querido P’Kitkat. En pocas palabras, durante mi primer año de universidad estuve persiguiendolo y tratando de conquistarlo porque me enamoré perdidamente de él. Pero P’Kit no estaba interesado en mi por más que lo invitara a salir, le demostrara mi amor y lo siguiera a todas partes. Puede sonar un poco extraño, pero mi forma de querer es llenar de amor a la persona que me gusta, aunque esta no quiera.

Tal vez es por eso que no le gusto.

Aun así conservo la pequeña esperanza de que algún día él logre ver en mi algo que amar. Aunque sea algo sin importancia.