Ahora que la maté, él solo se fijará en mi... [One-Shot: Budopai]

Ahora que la maté, él solo se fijará en mi [Capítulo Único]

Aburrido, definitivamente hoy sería un día aburrido en el Instituto, Kanon-sensei no paraba de explicarnos lo mismo de siempre. Sabía que era época de exámenes, pero la lectura de rutina en clase ya queda impresa en la memoria, ya lo sabía todo, no necesitaba estudiar...

Pero, no todo era aburrimiento en la clase...

Tengo la vista perfecta para vigilar a mi Taro...

Amo cuando voltea a verme...

Siempre me regala una sonrisa...

Pero hoy no me has mirado, ni sonreido...

Se que algo te pasa y quiero saber el por qué...

El sonido del carillón me sacó de mis pensamientos y, en un abrir y cerrar de ojos, mi Taro había desaparecido. Seguramente fue a la fuente del gran patio a leer como siempre, yo en cambio me dispuse a ir al club, no sin antes pasar por el patio para observarlo un rato pero, para mi sorpresa, no estaba en ningún lado del patio. A partir de ahí comencé a ponerme muy nervioso...

¿Y si está con alguien más?

No, imposible yo soy el único con quién habla...

No necesita a los demás...

Yo soy todo lo que él necesita...

Sumergido en mi malestar comencé a buscar a Taro por todo el Instituto, pero antes de entrar a la Biblioteca para comenzar a buscarlo mi teléfono comenzó a sonar, al ver que era Taro quién me llamaba atendí más rápido que de costumbre pero tenía que mantener la compostura para que él no se asustara.

- ¿Taro? -fingí diciendo con tono de asombro- ¿Qué ocurre? -

- B... Budo... -me dijo entre cortado- Ne... necesito que vengas a los Baños rápido, tengo miedo... -

- ¿¡Miedo!? -dije alterado- ¿¡Pero.. ¡ah! quédate tranquilo, iré en camino ¿si? -No lo dejé terminar de hablar, corté la llamada y me fui directo a los Baños. Mientras caminaba a paso velóz, los demás estudiantes me miraban y yo simplemente los saludaba. Por fuera parecía una persona apurada, pero por dentro estaba sufriendo por haber escuchado a Taro así.

Cuando llegue a los Baños me miré al espejo, me arreglé el gakuran que estaba desordenado y me acerqué a los cúbicos para escuchar en cual estaba Taro. Cuando escuché un ruido extraño en el cúbico más alejado de la sadida del Baño, me acerqué, toqué la puerta y de la nada, el ruido extraño se silenció.