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//*Este es el capítulo más corto de la vida y del fic :v


La mudanza total había sido ya hecha, y tenía demasiadas mariposas por todo el cuerpo, revoloteando y haciéndola soltar risas sin sentido.

Solo quedaba organizar sus pertenencias por el departamento.

—Bien. —escuchó a Jongin detrás de ella, cerrando la puerta principal— Es mejor que diga esto rápido. En todos lados hay reglas, y este departamento las tiene también. Primero que todo, hay ciertas cosas en el refrigerador que espero no toques porque son mías, y simplemente no me pongo de buen humor si tocan algo mío. Segundo, tengo una dieta estricta, ya sabes. Así que espero respetes eso. Tercero, nada de traer amistades sin avisar al menos unos cinco días antes. Me gusta la tranquilidad del departamento. Y... —el chico miró alrededor, buscando quizás más cosas que decir— Si hay más, te las comunicaré, no quiero que esto se vuelva un torbellino por estar viviendo con una mujer ahora.

¿Qué se suponía quería decir con eso? Se preguntó Baekhee, tratando de entender todas las reglas que le llegaron de golpe como si nada.

Su novio solo la ayudo un par de minutos con sus cajas antes de salir a atender asuntos familiares con sus tíos. Sola en el departamento se entretuvo ordenando sus cosas, aunque había algunas que no supo dónde colocar y mantuvo guardadas en sus cajas.

Mudarse con otra persona que no fueran sus padres o Chanyeol, era algo extraño, un tanto excitante, pero aun así extraño.

Sus amigos (Chanyeol y Luhan. Kyungsoo ya no contaba en esa clasificación, lamentablemente.) fueron amables en ayudar a cargar sus cajas en el pequeño camión, y celebrando una pequeña fiesta por su nuevo hogar. A pesar de las sonrisas y de los buenos deseos, se dio cuenta del ánimo de Chanyeol, lo que de verdad sentía, pero no podía echarse atrás, tenía que seguir adelante como siempre se había dicho, como había sido planeado desde hacía tanto.

Se dejó caer agotada en la cama que ahora compartiría con su novio, y descansó sus ojos y su mente por unas horas.

*

Había esperado una cena romántica, velas, música de ambiente, y quizás rosas. Eran tres meses después de todo, y eso de celebrar cierta cantidad de días le encantaba. Incluso había pensado en algo mucho mayor cuando cumplieran los cien (para los que pocos días quedaban), ese sin duda debía de ser espectacular.

Pero solo una película en la sala, palomitas, bebidas, y un poco de chocolate en barra fueron lo que la saludaron cuando ingresó al departamento. Jongin no era un completo romántico como ella, eso lo sabía, pero esperaba un poco más de esfuerzo de parte del chico.

Pensaba en que pudo haberla saludado una sala sin nada y un Jongin viendo televisión como siempre los fines de semana, o con algún libro a medio leer, si es que ella misma no se lo hubiera recordado al chico un día antes, y también aquel día en la mañana.

—¿Qué película será? —preguntó algo ansiosa, sin dejarse decaer, esperando que quizás el contenido de la película fuera algo romántico.

—Rocky III. —respondió algo animado, presionando play, posicionando las palomitas entre sus piernas, y bebiendo sonoramente de una pajita en su vaso con coca-cola.

Baekhee no era fanática de aquella película, pero la vio de todos modos. Su novio se quedó dormido a mitad de la película.

Mordió fuertemente una de las pequeñas barras de chocolate, masticando con clara decepción por aquella disque celebración. Al sentir una nueva textura en especial en su boca, se detuvo en seco, aunque creyó que unos pedacitos ya se habían deslizado por su garganta. Miró rápidamente el envoltorio, leyendo algo que la dejo helada.

Chocolate con maní.

Corrió rápidamente al baño a escupir todo, lavándose la boca repetidas veces, tratando de inducirse el vómito, y buscando su epinefrina sin mucho éxito por las cajas, pero no fue a tiempo.

*

Se despertó y una luz fuerte golpeó sus ojos, haciendo que los cerrara de inmediato, se cubrió con uno de sus brazos, notando que tiraba de algo. Acomodándose mejor, notó que estaba en una sala de hospital, no se sorprendió mucho, porque ya había estado un par de veces antes ahí, y por la misma razón. Aun recordaba que había comido maní.

—Estúpido y sensual maní. —dijo a regañadientes con una carrasposa voz.

A su alrededor busco la típica figura que siempre estaba ahí cuando despertaba en aquellas situaciones, pero no había nadie al lado suyo. Eso hizo que se pusiera en alerta.

Miró alrededor, encontrándose con un cabeceante Jongin en una silla cerca de la ventana, su móvil estaba en sus manos, emitiendo un pequeño ruido intermitente. Seguro tenía un mensaje.

Sonrió al sentirse acompañada, pero algo estaba incompleto en ella. Él no estaba ahí.

Llamó a su novio desde su lugar, haciendo que el chico diera un pequeño salto antes de notar donde estaba.

—Al fin despertaste. —bostezó, estirándose como gato, y arreglando su cabello— Necesito un baño urgentemente. —se levantó rápidamente, mirando su móvil solo un segundo antes de guardarlo en su bolsillo y acercarse a la chica en la camilla— Volveré con ropa una vez esté limpio, espera aquí, bebé ¿sí? —besó la cabeza de la chica, queriendo salir rápidamente del lugar.

—Espera. —lo detuvo, haciendo que el chico chasqueara la lengua antes de voltearse— ¿Has estado todo este tiempo aquí? —preguntó, algo esperanzada por una buena respuesta.

—El doctor había dicho que tenías que guardar reposo, me dijo que viniera hoy en la tarde con ropa para ti, y estaba en lo cierto, debí ir a dormir a casa, esa silla me mató la espalda. —se quejó tocándose la mencionada— Pero el idiota de tu mejor amigo me obligó a quedarme aquí, amenazándome con muchas cosas ¿Qué clase de amigos tienes, he? —dijo molesto— Si no fuera tan alto. —masculló para si— Volveré en unas horas, tan solo espera aquí.

El moreno salió sin más de la habitación, dejando a una anonadada Baekhee. Miró la hora en el reloj de la pared; eran las dos de la tarde. Seguro había dormido toda la noche.

Miró sus manos en su regazo, y apretó los puños.

—¿No sabes cuan preocupado me tenías? ¡Por dios! Ya es la quinta vez, Baekhee. Mi corazón no soportara esto más veces. —la angustia dejando su rostro de a poco, pasando a una entre molestia y diversión— Te he traído tu jugo preferido, tómalo antes de que venga alguna enfermera y lo vea, me ha costado entrarlo sin ser visto.

Estuvo recordando con una sonrisa y leve risa todas las veces que Chanyeol decía algo parecido cada vez que era internada por su alergia. Sin notar como apretaba con fuerza las sábanas blancas.

—¿Dónde estás ahora mismo? Idiota.

Dieron las seis de la tarde, y Jongin había venido por ella.

*

Al volver al departamento, Jongin salió casi de inmediato, diciendo algo de sus tíos y asuntos familiares. Baekhee se quedó sola, recostada en la cama que compartía con su novio. Estaba mirando la pantalla de su móvil, viendo el único mensaje de Chanyeol que había llegado ese día.

Ten más cuidado con el maní, Baekhee. Recupérate pronto. (:

Tan corto. Se decía Baekhee, sus mensajes de texto siempre fueron largos y extraños, llenos de emoticones y signos de exclamación, extrañaba eso.

Durante todas esas horas en soledad, se dio cuenta que realmente extrañaba mucho a su mejor amigo. Jongin la saturaba en su mente, queriendo siempre lo mejor para su novio, para ella. ¿Estaba sacrificando demasiado a su mejor amigo por tener un novio?


No dejes de amarme. {ChanBaek}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora