réflexion profonde

tout est temporaire, ma vie!

Este no es el buen comienzo, pero ¿qué es felicidad para ti? ¿Un mito, una meta o tan solo una emoción?
Hay miles de maneras de definirlo, de comprenderlo, ¿quién propuso que existía, al principio? ¿Vivimos condenados a ella?

Vivimos condenados a esperar que la felicidad llegue a nuestras vidas y nos abduzca cuál historia de ficción favorita.
Muchos deciden que así no va para ellos, que mejor es crear la felicidad, o yo mismo levantarme de mi sillón polvoriento y lanzarme al camino prometido por los hombres que aseguran que existe. Estos hombres lo tienen todo. Pero ya sabemos que el deseo material es temporal e irónicamente inservible.

¿Entonces, de qué va la felicidad? ¿De la perspectiva de cada quién? ¿La experiencia de cada quién?

Para mí, la felicidad es meramente parte de la naturaleza, parte de lo que conocemos "real". Es magia, cuando todo en el universo se plantea de una manera en la que nuestro cuerpo responde positivamente, se debe a las situaciones que vivimos y cómo las afrontamos, porqué las afrontamos. Se trata de mirar hacia arriba, y saber que en cualquier momento estaremos bien, que al tocar la mano de aquel que mira hacia abajo, recordarle que estará bien. De eso va la felicidad.
Un sentimiento incomprensible que se revuelca en tus entrañas cuando menos te lo esperas, una esperanza para seguir, para que el vicio, la tentación y la presión se den cuenta que no reinan en este mundo. La felicidad no es una meta. La felicidad no es un material creado por el hombre.

La felicidad es, de hecho, el hombre.