Pasión secreta.

Capitulo 3: Robert.

Este capítulo cuenta con escenas +18, léase bajo su propia responsabilidad, no me hago responsable de traumas o pérdidas de inocencia xd.

Emily se encontraba en el aula de clases, los recuerdos del día anterior taladraban su cabeza y sus hormonas se alocaban, recordaba las grandes y masculinas manos del hombre recorriendo todo su cuerpo con suavidad y maestría, sus labios y húmeda lengua haciendo cosas magníficas, la coordinación con la que sus cuerpos se movían mientras él la poseía con gran lujuria y pasión, su cuerpo retorciéndose por tanta excitación después de un gran dolor por haber entregado su virginidad a aquel aún desconocido hombre.

La campana que indicaba el término de las clases retumbó en sus oídos, Emily rápidamente se levantó de aquel pupitre y salió de aquel salón en dirección a la casa del hombre, una vez que Emily probaba algo que en verdad le gustaba, no había manera de arrebatárselo y este hombre no era la excepción. En menos de un cuarto de hora, la chica se encontraba llamando a la puerta, el hombre salió y recibió a la chica con una enorme sonrisa en el rostro. Al estar dentro de la casa, la chica comenzó a desprenderse de sus prendas al igual que el mayor.

— Eres hermosa— dijo el castaño acariciando la mejilla de la joven— bésame, niña.

Emily lo hizo, besó al hombre tal y como este se lo pedía, mientras más se besaban más aumentaba el deseo que sentían, comenzaron a abrirse paso sobre las cosas para llegar a la cama en la habitación, el hombre se dejó caer en esta ya con una gran erección pidiendo por más, la chica se sentó sobre las caderas del mayor con una pierna a cada lado del cuerpo del hombre, con cuidado, el mayor colocó su miembro en la apertura de la chica haciendo que esta soltara un leve gemido de placer, con sus manos tomó las caderas de la joven mostrándole la manera de moverse.

— ¿Así está bien?— preguntó ella entre gruñidos.

— Justo así— el hombre mordió su labio inferior mientras seguía tomando las caderas de la menor.

El ritmo fue aumentando de velocidad junto con los gemidos de ambos, en esos momentos, Emily no pensaba en nada más que en aquellas sensaciones nunca antes sentidas, al llegar al punto climax del momento, la chica dió un fuerte grito junto a temblores internos ocasionados por el orgasmo, por otro lado, el mayor salió de Emily evitando eyacular dentro de la chica.

— ¿Como te llamas?— preguntó Emily bajó las sábanas, acostada junto al hombre.

— ¿Que?— el hombre frunció su entrecejo.

— Tu nombre.

— ¿Porque quieres saberlo?— cuestionó él.

— He estado aquí dos veces— aclaró la chica— quiero saber tu nombre, ¿que tiene de malo?

— Nada, niña— dijo entre una pequeña risilla—no tiene nada de malo. Soy Robert.

— Te veías tan sospechoso.

— ¿Cuál es el tuyo?— preguntó mirando fijamente a la menor.

— Emily.

— Emily...— Robert acarició tiernamente el cabello de la joven— así que estoy con una Emily.

— Robert...

(...)

Los días pasaban, y cada día era la misma rutina; por la mañana Emily asistía al colegio y cuando las clases terminaban se dirigía a la casa de Robert, el hombre siempre estaba ahí esperándola... cada día.

— Nunca me has dicho que estudias— comentó Robert acariciando la cabellera de la chica que estaba recargada en su pecho.

— ¿Qué estudio?— preguntó ella.

— Si, en la escuela. ¿Aprendes lenguas?

— Si— asintió la chica.

— ¿Que lenguas?— Robert precia interesado.

— Latín— contestó Emily con una sonrisa.

— Di algo en latín.

— Omnia vincit Amor.

— Suena precioso, ¿que significa?— siseó el hombre encantado.

— El amor lo vence todo. Es de Publio Virgilio.

— ¿Que estudias en alemán?

— Estudiamos una obra— dijo Emily levantándose de la cama y sacó un libro de su mochila— es de un autor llamado Gotthold Ephraim Lessing, la obra se llama Emilia Galotti. ¿Has oído de ella?

— No.

— Léela— ofreció la joven con una sonrisa.

— Prefiero escucharte a ti— dijo el hombre rechazando aquel libro.

— De acuerdo— Emily volvió a la cama junto al hombre— Acto uno. Escena uno. El escenario; una de las habitaciones del príncipe... no soy muy buena.

— Sigue— pidió el hombre.

La chica continuó leyendo aquel libro, imitando los diálogos de los personajes y de vez en cuando hacia una pequeña actuación.

— Eres buena en eso— interrumpió Robert.

— ¿Buena en que?

— Leyendo— la chica lo miró fijamente y una tímida sonrisa se asomó por sus labios— ¿que pasa?

— No creí que fuera buena en algo...

Antes de que me linchen por tardar en actualizar, deben saber que wattpad no me permitía actualizar 😡 pero ahora estoy de vuelta