Eternos - Capítulo 1.

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Capítulo 1.

La brisa me acaricia la cara, los rayos del sol permanecen en mis párpados, el sol se esconde y el cielo empieza a ponerse oscuro. Alzo las manos para sentir parte del otoño en ellas, trozos de hojas rozan mis yemas junto al aire frío que aproxima el invierno. Me encontraba en el Mar Seliono, viendo como el sol se escondía detrás de la montaña, solo escuchaba romper las olas y los pájaros cantando. Un pequeño pellizco en el brazo me sorprende, a sido Janette, veía que me quería avisar sobre algo importante. Se sienta junto a mí, viendo como todos nuestros amigos reían y jugaban en la orilla, traga saliva. 

-¿Estas bien? - Pregunta.

-Si ¿Por qué? - Respondo.

Mientras se quita el pelo de la cara, me pregunto por qué me hace esta pregunta. Veo que es preciosa mientras mueve los labios con dulzura, y recuerdo que tenía que escucharla.

-No porque estamos todos riéndonos menos tú.

-Me gusta sentarme y sentir la naturaleza de vez en cuando – Respondo.

-Vale, solo era eso, anda ven con nosotros.

Acercándome a la orilla, cada vez iba escuchándolos más, se ve que reían por algo que habían pasado en la infancia. Sophie con su cara de niña buena sonríe a Gordon como si fuera una niña pequeña, parece que todos nos damos cuenta de que le gusta, todos menos el. Max con tan solo 17 años parece que tiene la mentalidad de un niño de 10, pero eso nos encanta, sus historias y sus retrasadeces hacen que le queramos más. Reen es tímido, siempre esta con las mangas en la boca, como si fueran a morderle. Loreen es la novia de Quiuv, empezaron a salir hace poco y parece que se aman desde hace años, son una pareja envidiable. Tom es más divertido, siempre está sonriendo, pero sabemos que en su casa lo pasa mal con sus padres, siempre intentamos ayudarle, pero nunca se deja, y te saca una sonrisa a pesar de las circunstancias. 

Creo que por describir no me falta ninguno, son todos maravillosos. Yo, me llamo Kión, tengo 17 años, vivo en Caspio (Italia) junto a unos amigos geniales y a una familia preciosa. Soy alto con ojos azules esmeralda y pelo castaño dorado. Voy a 4 de secundaria, y de mayor quiero ser doctor. Sé que todo esto suena cursi, pero es mi forma de expresarme. Mis defectos es que soy demasiado sensible y muy vago, pero bueno, es lo que hay. Todos siempre nos reunimos en esta playa, nos parece tan bonito el atardecer, que todos los fines de semana quedamos aquí para contemplarlo. Cogemos unas toallas, hacemos una especie de círculo y nos sentamos a charlar. Max se levanta a coger la mochila de Gordon y de ella saca algo. Se ve que es una cachimba, todos alegrados la ponemos en medio y empezamos a fumar. Yo ya fumo tabaco normal, pero la cachimba también me gusta.                                                                                                                   1

Sonreímos todos, se ve que están felices.

Comienzan a vacilarme y me empiezo a reír, de coña le doy unos cuantos puñetazos a Gordon en el hombro, él es mi mejor amigo. 

En la arena tirados están nuestros monopatines y mochilas, junto a las toallas en las que nos sentamos. Y ahí fue cuando empezó la conversación:

—Bueno Gordon, ¿cuándo te vas a echar novia? – Pregunta Sophie.

—Pues no lo sé, me gusta una chica pero…

—¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeee?—Pregunta Sophie, sorprendida.

—Jajajaja, Sophie ¿Por qué te sorprendes tanto eh? — Pregunta Max, con ironía.

—Bueno cambiemos de tema, os quiero chicos.—Dice Tom.

—Y nosotros a ti Tom - (Contestan todos a la vez).

Sinceramente creo que Tom esconde un secreto oculto, del cual no le ha contado a nadie, que yo sepa. Siempre intenta esconder algunas cosas y es un tanto raro, pero bueno el decidirá cuando nos dirá ese secreto.

Cuando la lluvia de estrellas se alzaba sobre el cielo, el carbón de la cachimba se alumbraba con el fuego del mechero. Las luces de los móviles iluminaban nuestras caras cada vez que alguien recibía un Blom. Un blom es un mensaje de la aplicación de mensajería instantánea “Blom” en la que se pueden mandar mensajes, todos estábamos enganchados a esa mierda. 

Ya era tarde, eran las 23:17 y ya nos íbamos todos a nuestras casas. Gordon, Max, Loreen y Quiuv, vivimos en el mismo edificio, pero Sophie, Tom, Reen y Janette, viven más lejos. Caminábamos por el paseo marítimo, en mitad de Noviembre, el viento del mar retorcía nuestro pelo. Llegamos al portal 198, todos menos Reen, que se había ido sin avisar. En este portal vivían Janette y Tom, que eran mejores amigos.

Los chicos se quedaron unos pasos antes atrás para que yo me despidiera de Janette, no somos novios, pero hay algo ahí que nos atrae a los dos. La miro a los ojos azules cian que tiene, me muerdo los labios de forma lenta, intento respirar despacio para que no se dé cuenta de lo nervioso que estoy. El corazón me va a mil por hora, no sé qué decir, que hacer, estoy en blanco. Nuestras miradas se cruzan, no puedo dejar de mirarla, solo pienso en ella y saber que dentro de unas horas voy a volver a pensar en ella y en no poder besarla, me mata por dentro. 

Una brisa recorre su pelo, cuando me decido, y la beso.

Nuestro beso es largo, la agarró del cuello despacio, la acaricio la espalda mientras nuestros labios bailan, respiro lentamente por la nariz, para no tener que romper este mágico momento. Dejamos de besarnos, y ella se apoya en mi hombro con cautela, así estuvimos un buen rato. Me despido de ella y nos vamos todos.  

Eternos - Dylan Trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora