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Paseando por los pasillos de la escuela se encontraba el castaño, buscaba a sus amigos y le urgía llegar a ellos. Sí Bárbara lo encontraba antes sabía que tendría que “soportarla”.

—¡Clyde! —La mencionada estaba detrás de él, tocó su hombro y él giro a verla.— ¡Me alegra tanto verte!

—Hola Bárbara.

—¡Tengo algo para ti!, Cierra los ojos.

—Bárbara, voy tarde. No tengo tiempo para esto

—¡Será rápido!

—Bien. —Desconfiado, cerró sus ojos.

Algunos segundos pasaron y el escuchó como de su bolso la contraria sacaba algo.

—¡Ábrelos! —La rubia extendió al menor un cupón para “todo lo que pueda comer” de una taqueria local, sabía cuanto amaba los tacos su platónico.

Clyde sonrió ampliamente, aquel detalle era algo que no se hubiese esperado recibir nunca en su vida. Rápidamente borró la sonrisa al recordar lo que se decía de Bebe.

“Ella es así, busca enamorarte desde tus puntos débiles para solo sacarte provecho.”

—Lo siento, no puedo aceptarlo.

—¿Por qué?

—Porque no quiero ser uno más del montón que cayó en tus trucos baratos. —Dijo con algo de pesar.

—Clyde... —Le dolía que él pensará así de ella. Nada era cierto.

Él se fue, dejándola a ella parada con el cupón. La pobre rubia no se iba a rendir, iba a demostrar lo contrario que ¡Ella era una chica digna!

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Sorry | Clybe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora