Tercer capitulo.

101 5 1
                                    

—¿Se conocen? -dije algo confundida.

—no

—si -respondieron al mismo tiempo- jake trabaja para..

—su padre... -respondió jake- nada importante... desayunamos? -me encogi de hombros porque en realidad no me importaba. Jake fue a la cocina y yo lo seguí.

—¿y cuando te irás Rouse? -me dijo Leo que estaba sirviéndose algo. me senté frente a ella.

-mmm.. no lo sé, ¿hoy? -quizás sonaba apresurado pero entre más pronto mejor.

—¿irás sola? -escuché decir a Jake. asenti.- Si quieres puedo... acompañarte, no me molestaría. -reí.

—no necesito de un guardián Jake, puedo cuidarme yo solista. -encarnó

una ceja.

—¿en serio? ¿como anoche?

—te recuerdo que anoche no pasó nada. ni tampoco lo hubiera hecho -le dije seria.

-¿hacer que? -Dijo Leo que había estado en silencio todo este rato. ¿Acaso era que ella tampoco recordaba? me removí en mi asiento algo incomoda.

—Besarme -dijo Jake. Abrí mis ojos con sorpresa. Leo me miró divertida.

—Eso no es cierto! -lo golpié divertida en el hombro.- mejor me iré a vestir -me levanté y Jake hizo lo mismo.

—Yo iré a ordenar el bolso. -lo miré. ¿acaso hablaba en serio? iba a preguntarle pero Leo se me adelantó.

—¿irás?

—Claro -se encogió de hombros

—si eso es lo que quieres -dije yendo al baño para ducharme.

Estaba realmente emocionada. digamme, ¿Quien no lo estaría en mi lugar?

Luego de 15 minutos salí y me envolvi en una toalla. ¿donde dejé mi ropa? mierda. no la había sacado. Abrí con cuidado la puerta serciorandome de que no hubiera nadie, de puntillas fui hacia el cuarto y cerré de inmediato la puerta tras de mi. Me vestí tranquilamente porque no es que estuviera realmente apurada solo eran las 12:30.

Agarré mi mochila y bajé.

—¿Leo? - la llamé desde la sala.

—aqui estoy -salió de la cocina- estaba ordenando un poco la cocina... ¿y jake?

—no lo se..

—aqui estoy -llegó junto a nosotras- ¿nos vamos? -asenti. Nos despedimos de Leo y salimos.

Afuera había una brisa agradable con el sol en su punto medio, sin duda un día perfecto.

—¿Y como es que la hija del presidente no esta vigilada por guardaespaldas?, o mejor dicho, ¿no está con el presidente. -me volteé quedando frente a él.

—no me malinterpretes jake pero no creo que eso sea de tu incumbencia -le dije. aún no confiaba en él aunque estuviera bien bueno.- además... no me caes bien. -rió. detuve a un taxi y nos subimos.

—¡pero si yo le caigo bien a todo el mundo! -negué con la cabeza sonriendo, obviamente no lo había dicho en serio.

**********

Los pasajeros del vuelo número 413 con destino a Londres pueden abordar... -me giré en busca de mi mochila, me la colgué al hombro al igual que jake y avanzamos.

jake ¿has viajado antes en avión? -le pregunté. La verdad es que yo ya estaba acostumbrada. acompañando a mi padre en todo.

—no, y tu?

—sip... ¿quieres la ventana?

—no se si pueda soportarlo. -me miró algo asustado. reí. Fuimos a nuestro asiento. Lo dejé pasar primero.

—Rouse... no se si sea buena idea -me dijo. era la primera vez que escuchaba oír mi nombre de su boca.

—no pasará nada... y si no es así pues ponte el cinturón -me encogi de hombros.

—oh claro, si caemos al mar el cinturón mágico me salvará. -reí.

—no seas tan dramático y disfruta del viaje -sonrei. No fue mucho tiempo cuando caí en manos de morfeo.

La hija del presidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora