Capítulo 24💙

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Sebastián Suárez :

Tn:Rk ... Por favor .-Ella prácticamente rogó en un leve gemido ahogado, dejando un leve pico en mis labios, creando un camino de besos por mandíbula.

Trague saliva con dificultad. Mi respiración comenzaba a agitarse al sentirla así de desesperada, ansiosa, excitada.

Estábamos dentro de mi coche en el asiento trasero, con ella sobre mí, rogando, Dios ... esto era un sueño realidad.

Rk:No podemos hacerlo en el estacionamiento del instituto linda. Podrían vernos.-Humedecí mis labios deslizando mis manos por la curva de ser trasero

Tn:Los vidrios de tu coche son polarizados, nadie va a vernos.-Se enderezó y coloco las manos sobre mi cinturón, de inmediato la tome de las manos para detenerla

Rk:Pueden descubrirnos.-

Tn:Es más divertido cuando hay peligro, cariño.-en un tono más que sensual salió de esos perfectos labios. Mordiendo levemente mi labio inferior. -Además tú me provocaste. Bastante ... Lo hiciste durante el camino al estacionamiento, receso, educación física, Matemáticas ... me lo merezco.-Susurro a mi oído

Rk:No cariño ... No, al menos aquí ... no. -Hable un poco agitado al sentir el rocé de su zona contra mí.

Ella suspiro frustrada, dirigió la mirada hacia el techo del coche, lentamente se removió de encima de mí. Vio por la ventana asegurándose de que no hubiese nadie afuera.

Su falda había quedado un poco levantada, revelando las bragas negras que llevaba, esas bragas que me provocaban, que me hacían pensar cosas morbosas. Dios ... Yo quería ver esas bragas en el suelo. Trague saliva con dificultad. Ella dio un último vistazo y abrió la puerta del coche lentamente para salir, no pude contenerme más tomé su trasero con firmeza al instante en el cual ella puso un pie afuera, provocando que ella se arqueara un poco al sentir el leve contacto de mis dedos contra su húmeda feminidad. Apretando la puerta con sus dedos, yo quería que esos dedos se enterraran en mi espalda.

Tn:Dios Rk ... Quita tu mano de ahí, dijiste que no.-

Relamí mis labios y masajeé un poco, provocando unos cuantos murmullos de placer al sentir mis dedos en esa zona húmeda, en la cual yo deseaba enterrarme.

Rk:Cambie de opinión, cariño. Te quiero ahora mismo, así que entras al coche y terminas lo que comenzaste.-

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Un gemido ahogado se escapó de sus labios, unas cuantas gotas de sudor corrían por su frente. Me movía rápidamente dentro de ella.

Tn:Diablos Sebastian... -Gimió dando pequeños tirones de mi cabello, apretó los dientes tratando de durar un poco más, mientras mi cara estaba hundida en su cuello, mordiéndolo. Disfrutando de sus paredes, apretadas. -Mierda ... -Hablo entre dientes, gimiendo levemente. -Debemos terminar esto antes ... De que ... alguien nos descubra ...

Ella daba pequeños saltos, ese sostén aun cubría sus pechos, pero se veía más que bien acompañado de sus lindos, pequeños y firmes pechos saltando.

Los vidrios de mi coche estaban empañados, un vapor inmenso estaba atrapado aquí. Nuestros cuerpos estaban recalentados, sudando el placer que sentíamos.

La imagen de ella sobre mí, boqueando gracias a mis embestidas, -las cuales eran más que salvajes- era más que inexplicable. Tomaba sus caderas con firmeza, hundiéndome profundamente en ella. Sentía que el deseo jamás iba a terminar.

Los dos estábamos cerca, pero yo no quería salir de ella. Nunca, quería seguir, hasta que ella ya no pudiera, hasta que doliera, por mi pasaríamos así el día entero, pero este jodido coche no me dejaba placerla más.

Tb:Oh Dios .-Murmullo

Atrape sus labios en un beso caliente. Gruñí en ellos al sentir sus movimientos, bruscos, buscando por su propia paz. Ella ya no se contuvo más, gimió, gimió como loca en mis labios. Como si yo diera los mejores orgasmos del mundo.

Tn:Dios Sebastián ... Juro que podría coger contigo día y noche, sin parar. -Gimio

Tome sus labios nuevamente mordiendo de ellos, besándola profundamente, haciendo que nuestras lenguas se enredaran, haciendo que cada beso fuera más ansioso.

Coloco sus manos en mis rodillas, dándome espacio para saborear su pecho y torso. Lo hice, ella era la única mujer con la cual yo quería todo.

Gimió mi nombre una última vez, tratando de respirar, corriéndose en mis brazos.

Respiro pesadamente, tratando de recobrarse.

Yo estaba cerca y ella lo noto, me entrego una pequeña sonrisa malévola y comenzó a moverse, tomo mis caderas e hizo que pararan. Ella comenzó a moverse en mí, comenzó a gemir en mi oído suavemente, si ella seguía así, iba a llenarla de mi placer.

Después de unas cuantas embestidas mías y gemidos suyos, llegue a mi paz, tirando la cabeza hacía atrás, tratando de recobrar mi respiración.

Escuche su pequeña risa, se acercó a mí, tomando mis labios con los suyos.

Tn:Esto tiene que ... repetirse.-Susurro en mis labios, sentí su sonrisa

Rk:Oh ... Claro que va a repetirse linda.-


"La novia de Rk"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora