El viernes por la noche estaba sentado en el sofá de la sala de estar con mamá, viendo una película. Mi celular sonó.
- Hola Matteo.
- ¡Sebas! ¿Hagamos algo?
- ¿Cómo qué?
- Ven a mi casa, conseguí Call Of Duty: Ghosts.
-¿Enserio? Voy en cinco. - colgué.
Mamá me miró. - ¿A dónde vas en cinco?
- Eh mamá, era Matteo. Quiere que vaya a su casa.
- ¿Y la película?
- Termina de verla sola, no importa. - me hizo pucheros. - Está bien.
Agarré mi celular y le envié un mensaje a Matteo.
Voy en treinta, mamá y su película.
A lo que me respondió.
Ok, Gay.
Solté una pequeña carcajada.
Ya quisieras, ¿Verdad? ;)
Matteo respondió el mismo minuto.
Púdrete Díaz. Apúrate, tengo nuevo juego. Call Of Duty.
Levanté la vista, y mamá me miraba seria con los brazos cruzados.
- Ya, está bien, vete. Quiero ver mis series.
- ¿Cuáles? - levanté mis cejas, a mamá no le gustaba hablar de sus series.
- Las que me hacen sentir más joven, Sebastian.
- Tranquila mamá. - dije resoplando aire. - Estás joven.
- ¿Qué? ¿Quieres dinero?
Solté una carcajada.
- Fue un cumplido.
- ¿Gratis? - ahora ella levantó las cejas. Compartíamos algunos gestos. - No sé qué te pasa.
- ¡Mamá! Te quiero, nos vemos. - Sonreí, la abracé y me fui.
Hace tiempo que no salía con Matteo. Nos pusimos a jugar Call Of Duty todo el tiempo. Yo no lo compré por lo que pasó el día que tenía que comprarlo, por lo que estaba muy entusiasmado con el juego.
- Que buen juego. - comenté.
- Si... ¿Qué pasó contigo esta semana? Casi ni te vi. - dijo.
- Eh... No muchas cosas. - respondí mientras seguía jugando.
- Laura me comentó que estabas haciendo cosas más interesantes.
- Sí. Mucho. - Solté una carcajada.
- Ya que seguías buscándome después de Literatura no importó, pero esta semana te borraste de la faz de la tierra y no supe que pensar.
No respondí, estaba demasiado concentrado y, tampoco deseaba hablar del tema. Matteo pausó el juego.
- Pero qué...
- Soy tu amigo. - me cortó. - y aun así, no me has contado nada de la chica con la que andas.
- No ando con ella... O sea, sólo la conocí y ahora somos amigos.
- ¿Y desde cuándo desapareces de mi vista por una chica? Dudo que sea sólo tu amiga. - dijo haciendo comillas con los dedos.
- Lo es. Pero bueno, hay algo que me gusta de ella, y primero quiero conocerla bien.
- Iuk. ¡Meloso de mierda, Sebas! - se rio. - Bueno, ¿Cuál es su nombre?
- No me digas que tu Laurita no te dijo su nombre. - puse los ojos en blanco. Matteo se encogió de hombros.
- Bueno - me sonrió falsamente. - ¿Valeria verdad?
- Sí. - agarré su control y puse play al juego. Matteo volvió a pausarlo. Me miró a los ojos.
- Gracias amigo. Por contarme. Aunque estés muy cursi. - dijo la palabra cursi con un tono más agudo. - Suerte con ella. - me dio un golpe amistoso en la espalda.
- Gracias Matteo. - Espero no tener la suerte que tuviste al encontrar alguien como Laura. Mereces algo mejor. Pensé.
Pasamos el resto de la noche jugando. Comimos pizza y alcanzamos a ver El Conjuro.
Antes de irme, Matteo me acompañó hasta la puerta. - A ver cuando seguimos jugando. - me dijo.
- Sí. Te aviso.
~~~~~~~~~~~~~~
Llegué a casa y mamá estaba durmiendo en el sofá con la televisión encendida. Mi sala de estar no es muy grande, está en la misma habitación que el comedor. La desperté para que no se lastimara por dormir en mala posición.
- Mamá. - dije. - ve a dormir a tu habitación, ya estoy aquí.
- Hola. - abrió bien los ojos y dirigió su mirada al televisor. - Diablos, me perdí The Walking Dead. - Típico, mamá y su obsesión con los Zombies, Teen Wolf, Vampire Diaries.
- Ve a tu cuarto, conseguiremos la temporada completa después.
- ¡Yupi! - dijo haciéndose la burla de mi comentario mientras iba por el pasillo hacia su habitación. A veces yo parecía el padre y, mamá la adolescente.
Fui a mi habitación, que queda al frente de la habitación de mamá, y me lancé a la cama. Mi celular vibró, era un mensaje de un número que no tenía registrado, decía:
Gracias por el tiempo. Todo está bien. - Valeria Carter.
A lo que respondí:
De nada. Me alegra mucho que sea así :) - Seb.
A los cinco minutos mi celular volvió a vibrar:
Te veo en clases. Descansa.
¿En clases? No me parecía. Así que respondí:
En clases no. Te veo mañana en el Big Mall a las 16:00.
No hubo respuesta. Otra vez arruiné las cosas. Apagué la luz, me metí en la cama y mirando el techo, traté de que viniera el sueño. Cuando mi teléfono volvió a vibrar:
Ok. Te veo.
Esa noche, no tuve pesadillas.
ESTÁS LEYENDO
Notas a mi Muerte.
Mystery / Thriller"Nunca sabrás lo que oculta con una mirada." Sebastian Díaz es un chico normal, nunca había pasado nada fuera de lo común en su vida, pero él tiene una perspectiva diferente, nunca conoció a su padre, su madre lo educó desde bebé. ¿Qué pasa cuando c...