Capítulo 4: Iniciando una amistad

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A 9 leguas galácticas del Álamo.

La travesía hacia el Álamo había iniciado, y en el barco solo se podía percibir calma y tranquilidad. No perecía que fuera un viaje con objetivos militares de acabar con enemigos del Imperio. Tampoco se lograba ver a los alrededores ningún barco pirata o separatista. La mayoría de los tripulantes estaban en sus puestos haciendo sus tareas. Unos estaban limpiando los cañones, otros acercaban la munición para cualquier eventualidad y algunos que otros estaban charlando.

Jim estaba caminando en la cubierta y se acercó a unos tripulantes que estaban platicando cerca de los cañones frontales. Tan pronto los soldados vieron venir a Jim dejaron lo que estaban haciendo, se pusieron en firmes, pero Jim dijo – No hay necesidad de tantos formalismos militares, no quiero que me tengan miedo. Solo les pido que me ayuden en el combate ...y puede decirme Caballero, o simplemente Jim. ¿Entendido? –

Los soldados inmediatamente dejaron la posición y se relajaron a lo que uno respondió en un tono más casual – Claro que si Jim. Acataremos sus órdenes en la batalla y protegeremos su espalda en caso de que aborden la nave. De eso no se preocupe. –

A los pocos segundos, aparecido Layla que parecía estar vagando sin saber qué hacer. Por lo cual, un soldado chaparro que estaba junto a Jim lo percibió. – Caballero, ¿Y esa mujer que está ahí? – dirigiéndose a Jim a lo que respondió perezosamente – Es la ayudante del cocinero ... y a la persona que debo proteger y entrenar. Mejor voy a acompañarla, antes de que me regañen. Tripulantes, regresen a sus tareas y estén listos. – Tras esto, los soldados le saludaron militarmente y Jim correspondió el saludo, para después dirigirse a donde estaba Layla.

Layla estaba recargada sobre el mástil mayor mirando hacia el horizonte, pero al ver a Jim acercarse ella pensó – "Y ahí viene ese tipo... "-. Tan pronto llegó Jim con ella, este le preguntó - ¿No deberías estar en la cocina? –

- Tal vez, pero CAR no me ha mandado a llamar. Así que ... no –

En ese momento CAR sube de la cocina y llama a Layla. – Suficiente descanso Layla, ya es hora de trabajar así que ven a la cocina. Hay algo que debes hacer. –

- Ya lo escuchaste Layla, ordenes son ordenes – comentó Jim extendiendo su brazo hacia la cocina. – Ha ... Aguafiestas. – Tras esto Layla pasó a dirigirse a la cocina dejando a Jim atrás. Inmediatamente, Morph sale de su escondite convirtiéndose en una Layla pequeña y empieza a burlarse de Jim – Aguafiestas, aguafiestas -. – Morph, últimamente has estado molestando – le reclamó Jim a Morph que regresó a su forma original pero aun riéndose de Jim.

- Pues supongo que tengo que acompañar a la chica. Si no, Amelia me va a mata por no estar vigilándola. – Tras esto, Jim se dirigió a la cocina.

Cocina del Legacy

- Muy bien Layla, te vas a encargar de lo siguiente. Pela esos costales de papas, esa va a ser tu tarea por el momento – Ordenó CAR a lo que respondió Layla – ¡¿Todo eso?! ... ¿Y para hoy? –

- Así es niña, más vale que lo termines lo más pronto posible, porque luego puede que tengas otras tareas -

- Vale, mejor empiezo ya, aunque tal vez tarde más de una eternidad - volvió a responder Layla, arrastrando los costales a la parte trasera de la cocina lo mejor que pudo. Tan pronto ella se fue, Jim entró a la cocina.

- Hola CAR, eh ... ¿Sabes dónde está la chica que es tu ayudante? - dijo Jim.

- Ahh ... Caballero Hawkins. Si está buscando a Layla, ella está en la parte de atrás haciendo sus labores. ¿Puedo preguntar por qué? - volteándose a Jim. - Tengo la orden de cuidarla en todo momento, así quede debo estar cerca de ella, por muy tonto que suene. – respondió Jim.

El Planeta del Tesoro: Guerra CivilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora