Sweat & Tears

Extra - Namjoon

El tiempo que Namjoon tuvo con su familia fue corto pero feliz y lo importante es que lo recordaba. Sus primeros años cautivo maldijo a su memoria, por recordarle lo que tuvo y lo que en ese momento parecía que no volvería a tener; maldijo extrañar su felicidad, maldijo que la maldad del mundo que lo había capturado (el cual lo usaba sin remordimientos) comenzara a reemplazar los buenos momentos que le recordaban quien era.

Si al principio pensó que el cautiverio era lo peor que podía pasarle, el ser usado para peleas a muerte le demostró que había cosas aún peores que le podían suceder.
No recuerda sus primeras muertes, había hecho lo posible para bloquearlas o su mente se volvería salvaje mientras su corazón terminaría por romperse pero sí recordaba a una de sus víctimas con la que desafortunadamente llegó su tiempo, un hombre con el que había llegado a compartir los restos de comida que les aventaban sus captores. El joven beta cometió el error de amigarse con el señor que llegó a recordarle a su padre, era una buena persona y aunque claramente se notaba lo mucho que lo había golpeado la vida en cautiverio (era más que claro que tenía más tiempo que Namjoon en esa prisión), el hombre recordaba quién era y lo más importante, le recordaba a Namjoon que eran más que animales
El joven jamás olvidaría lo alterado que se sentía en su último día de pelea, se había despertado alerta y agresivo como nunca antes y aunque en su interior lo negaba, pudo reconocer lo que le sucedía cuando su único amigo, el hombre lobo mayor, lo miró

Ver cómo el viejo entraba a la jaula presentándolo como su contrincante fue un golpe en su interior que por poco lo dejó sin aire. No quería, por primera vez desde que se encontraba aprisionado no le importaba su vida, se negaba a pelear aunque eso poco le importaba a los causantes de su esclavitud; éstos reclamaban su accionar con furia en sus voces y cuando el joven lobo continuó con su postura (el viejo imitándo sus acciones al arrodillarse frente a él tildando su cabeza hacia un costado), sus captores tomaron el asunto en sus manos al aventarles unas cápsulas de acónito que desorientaba a su especie hasta el punto de volverlos violentos.
Namjoon recuerda débilmente la voz del viejo diciéndole que todo estará bien, lo recuerda llamarlo como nunca nadie antes lo había hecho y eso le dolía como una fresca herida que nunca sanaría, porque él sabía que no merecía ser llamado así, porque lo había asesinado al perder el control y había sentido el poder de quitar una vida.. Había sentido el dolor de perder a su primer y único beta, porque esa noche era la noche de su cumpleaños número 18, la misma noche en la que su descendencia lo reclamaba como alfa al ser el único hijo varón de su manada.
Un rugido fue capaz de asustar a aquellos que parecían disfrutar de su dolor y lo último que vió antes de perder el conocimiento, fue al viejo sonreírle mientras se desangraba frente a sus ojos, por su culpa, porque ningún beta podía sobrevivir al ataque de un alfa sin ayuda..

Namjoon recuerda bien todo lo sucedido hasta llegar a la subasta, al parecer un alfa era muy valioso en el mercado. Si bien por un tiempo se negaba a luchar por su libertad ya que pensaba que no la merecía, se negaba a ser esclavo de vampiro y otras criaturas similares en crueldad (prefería morir en una jaula como un perro rabioso antes de ser esclavo de ellos); lo que él no entendía era que su resistencia atraía aún más a su público y que si no fuera por el vampiro que lo compró, hubiese terminado con otros que disfrutaban abusar de su especie en todos los sentidos aunque había una alta posibilidad de que su comprador fuese igual.

Su fuerte gruñido hizo eco en la mansión del vampiro cuando, al despertar, notó que estaba encadenado a una pared y sus ropas habían sido cambiadas..
Namjoon se analizó rápidamente en busca de algún rastro que indicara que su cuerpo seguía intacto (lo que terminó por concluir), de todas formas se sentía amenazado pues los grilletes que lo aprisionaban tenían una especie de acónito que debilitaba a los de su especie. A causa de las imágenes que te recreaba su mente de lo que podía llegar a sucederle, jaló con desesperación las cadenas buscando librarse, seguro moriría intentando escapar pero no podía quedarse sin hacer nada.. No podía no luchar
- Si sigues el veneno enterará a tu sangre y terminaras sin manos.. - una voz le advirtió y el cómo respuesta hizo sus ojos brillar en advertencia junto a un bajo gruñido
A continuación una figura salió de las sombras y lo observó sin temor alguno - Puedes vivir sin manos? - preguntó mientras el hombre lobo podía sentir el metal cortar su carne - Cómo piensas defenderte sin ellas? - agregó mostrándole al prisionero sus colmillos
- NO PELEARÉ PARA TÍ VAMPIRO! - desafío Namjoon - NO SERÉ TU PERRO DE PELEAS! -
- Quién dijo que quiero un perro de peleas? - contestó desinteresado el vampiro
- Ni pienses en usarme para saciar tus placeres o tu sed de sangre, arrancaré la garganta si lo intentas! Así sea lo último que haga - amenazó Namjoon a lo que el otro rodó sus ojos claramente molesto por sus palabras
- No me atraes chico pero sí te advierto que te detengas.. - dijo el vampiro encendiendo el interruptor para iluminar el lugar donde se encontraba Namjoon
- O QUÉ?! LIBERAME MALDITO CHUPA SANG-!! - de un momento a otro el hombre lobo se encontraba con su espalda clavada a la cama donde anteriormente había estado sentado, con una mano presionando su cuello con violencia
- O te detienes o te corto cada uno de tus miembros hasta que te calmes de una puta vez! - advirtió furioso su comprador casi dejándolo inconsciente por la falta de aire
Luego de tocer recuperando su respiración normal, el hombre lobo se disponía a seguir con su insistencia cuando notó que su captor le había quitado el collar que le habían puesto los que lo vendieron
- Te dije que no eres un perro y no, no tengo ninguna clase de interés en tí.. - finalizó el otro antes de retirarse de la habitación que por un momento, Namjoon pensó que era un calabozo.. El peli grisáceo parecía frágil pero estaba lejos de serlo