Joven Cristiano

¿Ministro?

Sabemos que muchas veces en la juventud es cuando nuestros ministerios son activados o se da el llamado a el ministerio no importando cuál sea, aparte de eso también es esta etapa adonde soñamos, pensamos y empezamos a forjarnos un futuro, aquí es adonde tu vida empieza a experimentar cambios en todas las áreas, desde un cambio de voz hasta los más notorio que es básicamente los cambios físicos, es adonde dejas de pensar en los juguetes y empiezas a pensar ya en algo más serio y pues muchos sueñan con un ministerio y le piden a Dios triunfar en ello, muchos sueñan con ser predicadores, evangelistas, misioneros, pastores, líderes, Ministros de alabanza reconocidos mundialmente y otros sueñan con ser maestros; cada uno de ellos son ministerios y lo sabemos, pero .... ¿Conocemos la responsabilidad que conlleva cada uno de estos ministerios? Y quizás esa no sea la pregunta más difícil de responder sino que esta: ¿Sabes el proceso qué hay que pasar para llegar hasta adonde están estos hombres de Dios? Ya hablamos de procesos y hablamos de José, David y Moisés... pero ahora viene a mostrarnos un verdadero proceso de liderazgo y ministerio, cuando que la enseñanza fue dada directamente de parte de nuestro señor Jesucristo el Maestro de Maestros, pero pondremos como ejemplos a dos de los más allegados a Jesús y se nos viene a la mente rápidamente Juan (el discípulo amado) y pues no ... son Pedro y Judas ambos discípulos, ambos allegados a Jesús y ambos recibían la misma enseñanza, pero uno era considerado el amigo íntimo de Jesús y el otro Alguien prepotente, alguien imprudente que siempre decía, preguntaba y actuaba sin saber, el otro solo callaba y escuchaba... uno era alguien que actuaba mucho por impulso, el otro era el tesorero, uno que le funcionaba más rápido la lengua que el cerebro y el otro era un experto en matemáticas, contabilidad, cobros, pagos y todo lo que tenía que ver con números y dinero, ambos llamados por Jesucristo a ser Apóstoles puesto que esa era la finalidad de su discípulado con Jesús, aprender de el Maestro y prepararse para la misión que se les iba a encomendar cuando Jesucristo terminara su labor en la tierra; vamos a hablar de Pedro y sus características: Pedro alguien muy impulsivo, muy imprudente en sus comentarios, metió la pata muchas veces al hablar, preguntar y llegó a tal punto que le dijo bajo un impulso de amor o valentía no se que fue pero le dijo: yo estoy dispuesto a morir en tu lugar y Jesús le dijo que lo negaría, pero también Pedro escondía un gran amor hacia el Maestro, Pedro fue el único que cuando llegan a arrestar a Jesús saca su espada y salió a defensa de aquel que el llamaba su maestro, Pedro fue el único que se atrevió a probar a Jesús diciéndole que si deberas era El también tenía que caminar sobre el agua y camino, Vemos a un Pedro que después de negarlos por tres veces antes de que el gallo cantara, también lo vemos llorando amargamente conmovido por el recuerdo de las palabras de Jesús... vemos a un Pedro que siempre estaba dispuesto y lo vemos como El Gran Apóstol Pedro lleno de unción de el Espíritu Santo sanando enfermos solamente con su sombra, vemos después como uno de los más grandes evangelistas con altas estadísticas de almas ganadas en tan solo dos predicas, vemos que Pedro después de un largo y doloroso proceso termina siendo lo que muchos de nosotros quisiéramos ser por lo menos en un 10% de lo que este hombre era.
Por otro lado vemos a el experto en matemáticas, el hombre de confianza, el que mojaba el pan en el mismo plato de el Maestro, el que siempre pensaba antes de hablar, el amigo íntimo, el que sabía justamente y precisamente adonde estaría el Maestro para entregarlo, vemos a un Judas traicionando a el Maestro, vemos a un Judas entregándolo a quien horas más tarde lo torturarían, se burlarían de El, lo humillarían y terminarían matándolo y eso no es nada vemos a el mismo Judas con todas las cualidades para triunfar con un ministerio más grande que el de todos y aun mas que el mismo Pedro ... vemos a Judas que la traición lo lleva a la culpa y con ello a el suicidio... y ahí terminan tres años y medio de enseñanza.
Ahora bien ... ¿como terminará tu enseñanza? ¿Ahorcado como Judas? o ¿sanando enfermos con tu sombra? Dios te da un potencial súper grande cuando a trabajar en su obra se trata, puesto que yo me niego rotundamente a aceptar que Dios me llamo de las tinieblas a su luz admirable solo para ocupar un lugar en las sillas de mi iglesia; en esto vemos a muchos ministros que se ahorcaron en el proceso como Judas, se sintieron traicionando a el Maestro y se sintieron que era lo ultimo que pudieron hacer, vemos a aquellos que una vez le fallaron a Dios mientras el proceso estaba pasando por ellos y dijeron "ya no puedo más" y el lazo fue su mejor opción, por otro lado vemos a ministros que hoy en día son grandes siervos de Dios que el día que negaron a Dios tres veces lloraron y se sintieron muy mal pero se volvieron a su camino y después los llamaron "Pescadores de almas" estos mismos que supieron decirle a Dios que usara hasta su sombra para sanar enfermos, los mismos que un día le dijeron a un paralítico "yo no tengo plata ni ora pero lo que tengo te doy" y el paralítico se levantó y salió dándole Gloria a Dios.
Ahora hay muchos que pudiendo ser pescadores de 8,000 almas en dos predicaciones decidieron ahorcar su ministerio de un árbol solo porque sintieron que Dios no podía perdonarles una traición de ese calibre, hay muchos que ahora solo el enemigo de nuestras almas solo les vive recordando cuantas almas echaron a perder con su traición en vez de ser quienes ahora son recordados por llevar el evangelio de Salvación ... hay muchos que en la prueba final, justo cuando pasarían de ser discípulos a ser Ministros fallaron para terminar ahorcados y no salvando almas.
Fallar o caer no quiere decir que eres un mal ministro o un mal discípulo, sino que quiere decir que estás en prueba o en un proceso, el quedarte tirado o seguir define si la enseñanza hizo efecto en ti.
Es tiempo de levantarnos y empezar a dedicar hasta nuestra sombra para llevar sanidad, es tiempo de dejar que el espíritu de culpa nos haga tomar el lazo, es tiempo de empezar a salvar almas porque es aquí adonde Dios te da la identidad, está es tu graduación de la Universidad de Dios, es tiempo de llevar la palabra de Dios y que nuestro ministerio despegue, es tiempo de que ahora llores amargamente y después Dios te use.