Sin el. 1

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—¿Entonces comenzaras a vivir con tu hermanito?— Me pregunto mi mejor amigo Ken del otro lado de la línea, —Si, hace diez años que no lo veo, incluso le estoy horneando unas galletas— Le conteste mientras que con una mano sujetaba el celular y con la otra le apagaba al horno, —En ese caso espero que tengas un gran fin de semana con tu hermanito, nos vemos el lunes N-hyung~— Dijo Ken alegremente por lo que sonreí e igualmente me despedí de él, una vez que colgué mire la hora, eran las tres de la tarde y aunque el vuelo de hyuk aterrizaría hasta las cinco preferí alistarme de una vez he ir al aeropuerto, han sido ya poco más de diez años desde que no lo veo por lo que tengo muchas ganas de jugar con él, me pregunto ¿cómo le irá en la escuela?, ¿habrán niños que lo intimidan? o peor, ¿alguno se habrá atrevido en pegarle?, son tantas las cosas que quiero preguntarle que ya quiero que llegue.


Una vez que me aliste tome las llaves del auto y Salí del departamento, aun me quedaba media hora para llegar en la cual no pude evitar el planear a todos los lugares en los cuales quisiera llevar a hyuk. Al llegar deje el auto en el estacionamiento subterráneo del aeropuerto, me pensé en si escribir en un letrero su nombre pero me pareció innecesario ya que estoy seguro que podre reconocerlo al instante que lo vea pasar por esa puerta. —Bien, el vuelo ya aterrizo que no tarda en salir— Pensé al estar puesto en la línea de espera junto a otras personas que también estaban ahí para recoger a sus familiares o amigos y mientras más personas iban saliendo mas iba en aumento mi emoción de poder reunirme con mi hermano menor pero a medida que pasaban los minutos las puertas se cerraron y eso me asusto, —Un momento...¿y mi hermanito?— Pensé alarmado por lo cual rápidamente voltee a buscar con la mirada a alguna trabajadora para preguntarle si todos los pasajeros habían bajado pero al momento que me dispuse a ir hacia ella una mano se puso en mi hombro desde atrás asiendo que me detuviera, era un chico más alto que yo, varonil y bastante atractivo por lo que no entendía su acercamiento, este me miro fijamente a los ojos y tras ello prosiguió a quitarse el cubre bocas negro, su rostro me resultaba un poco familiar pero aun así no podía recordar en donde lo había visto, —Si ya terminaste de ver a los pasajeros será mejor irnos— Me dijo pero yo seguía mirándolo obligando a mi mente recordar su rostro mas no lograba nada, este suspiro cansado, —Si que eres increíble, ni si quiera me recuerdas,...soy hyuk— Me dijo en un tono de fastidio sin embargo al escucharlo lo mire sorprendido, era imposible, ¿Cómo ese lindo y tierno niño de mis recuerdos se había convertido en un chico varonil y atractivo que es ahora incluso más alto que yo?. Fuimos hasta mi auto sin hablar ya que hyuk parecía molesto por no haberlo reconocido y con justa razón, ahora una parte de mi se arrepentía por no haber hecho el letrero. Con las maletas en la cajuela y con un incomodo silencio dentro del auto me estaba poniendo un tanto nervioso, intente calmarme primero y una vez que lo logre sonreí aun si quitar la vista del camino, —¿Qué tal estuvo tu vuelo?— Le hice la pregunta más típica que cualquiera hace a una persona al momento de que aterriza su avión, —Eso N, después de diez años lo primero que le preguntas es eso, bravo— Me reprochaba por dentro, —¿Por qué nunca fuiste a vernos?— Me contesto con una excelente pregunta, —...Omma quería rehacer su vida, nos pidió a mí y a nuestro padre que jamás los buscáramos— Le dije sin voltear a verlo, —Al menos me hubieras llamado...— Protesto Hyuk, —Ni si quiera sabia donde se encontraban viviendo, ¿Cómo podría conseguir tu numero?— Le explique a lo que voltee a verlo con el rabillo del ojo, hyuk cruzo sus brazos mirándome, —Se lo hubieras pedido a nuestro padre— Me reclamo hyuk, aquello me hizo forzar una sonrisa y voltee a verlo por un breve segundo para después volver a fijar mi vista al camino, —Tengo cinco años que no veo a nuestro padre— Le confesé y al escucharme me miro sorprendido, —¿A qué te refieres?...— Pregunto mirándome atentamente, —Se volvió a casar al igual que omma y así es como termine viviendo en un departamento al cual iremos ahora— Le dije queriéndole restar importancia al asunto, —Entonces...¿el solo se deshizo de ti?...— Me pregunto en voz baja, parecía sorprendido al saber que nuestro padre se había casado de nuevo, —No realmente, me compro el departamento y me deposita cada mes, supongo que se encuentra bien— Le explique pero después de eso el silencio volvió a apoderarse dentro del auto.

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