Galactic Boy; Park Jimin [ONE SHOOT]

[ÚNICA PARTE]

AVISO: antes de leer esto, quiero que sepan que es algo que escribí en enero de 2018 (hace literalmente hace 4 años). Ya no me gusta BTS ni nada relacionado al K-Pop, pero estaba en mis borradores escrito completo y decidí subirlo igual. De todas formas espero que les guste, y gracias por leer <3

- - -

-Lo siento yo... no puedo hacerlo, no me siento seguro -miré las palmas de mis manos, estaban sudando de lo nervioso que estaba en esos momentos.

-No hay problema, muchacho, no debes disculparte -puso su mano sobre mi hombro, mostrando un gesto de comprensión.

-No, sí que debo disculparme, no puede ser que no pueda hacer nada por mi maldita inseguridad -dije frustrado, él me miró a los ojos y quitó la mano de mi hombro-. Lo siento, debo irme. Gracias por su tiempo -tartamudeé y me fui.

Mis manos seguían sudando. Era algo inevitable. Mi inseguridad aumentaba más y más al pasar el tiempo, era algo incontrolable, algo que me dominaba al completo.

Meto mis manos en los bolsillos. No hay nadie en la calle, lo cual me hace sentir un poco mejor. Nadie que me observe, nadie que aplique estereotipos en mí con tan sólo una mirada de asco o desprecio.

Al llegar a la puerta de mi departamento saco las llaves del bolsillo y la abro. Doy tres pasos y siento como vibra mi celular.

"Necesitamos hablar. Te espero en el parque en diez minutos. Por favor, no te tardes."

Tomo las llaves nuevamente y al cerrar me dirijo al parque.

Joder, está tan linda.

-Hola Jimin -agitó su mano en forma de saludo como solía hacerlo siempre.

-Hola Hae-Won -saludé esta vez yo, reposando un beso sobre su mejilla.

Santo Dios, tiene la piel más suave que he tocado en mi vida.

Pasamos un buen rato en silencio, un silencio en que podíamos escuchar como nuestras respiraciones se sincronizaban poco a poco.

-Creo que debemos terminar -soltó y sentí cómo me palidecía-. No eres tú, soy yo. Quiero experimentar, todavía no tengo bien definidos mis gustos, necesito saber bien lo que quiero para mí. ¿Estás de acuerdo?

Tiene razón, somos jóvenes. Yo también quisiera experimentar más cosas en mi vida.

-Completamente de acuerdo -sonreí.

-No olvides que te quiero, gracias por todo. Espero verte pronto -se despidió.

-Adiós -susurré no tan bajo, lo suficiente como para que ella pueda oírlo también.

Y allí la veía, alejándose cada vez más de mí. Su figura se hacía cada vez más diminuta y borrosa al aumentar la distancia entre nosotros.

No me dolió, realmente no lo hizo. Es más, me sentí como liberado. Soy un hombre libre nuevamente. Un hombre lleno de inseguridades, pero libre, y eso era lo único que me importaba en estos momentos.

Retomé el camino a casa, pero al ver un bar en una esquina, no pude evitar entrar. Necesitaba alcohol en mi sangre, despejarme un poco de este mundo de mierda. Al entrar, comienzo a observar el aspecto del bar. Había una mesa de pool, un par de luces de colores, tipos fumando, y mujeres intentando seducirlos.

Dirijo mi vista hacia la barra y mi mirada se detiene en el barman. Un tipo guapo, de cabello oscuro y ojos verdes, no mucho más alto que yo. Me acerco a la barra y él me mira.