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Todos en el mundo vamos a morir, tarde o temprano, y, nos inventamos mil teorías para aplacar ese temor que nos infunde la desconocida muerte. El cielo, la reencarnación... Pero a mi la muerte me da igual. Tengo la teoría de que después de morir no habrá nada, ni cielo, ni infierno, nada. Desapareceremos, y, yo quiero dejar huella en este mundo, a través de mis palabras, dejando constancia de mis actos, porque no quiero desaparecer sin más. Soy tan egoísta que no quiero ser otra persona que pase por la Tierra y lleve una vida mediocre. Quiero que recuerden mi nombre, que se citen mis palabras, hacerme oír, porque creo que tengo cosas que decir... Pero no creo que lo logre. Tengo 18 años, y tengo leucemia. Todos saben que moriré, pero nadie quiere que tire la toalla, y, para ser sinceros, yo tampoco.

He de ir todos los días al hospital, reconocimientos, pruebas y mil mierdas más, hay sólo un 10% de posibilidades de que salga viva de esta mierda, pero yo no soy de las que se quedan en la cama. Vivo cada día como si fuera el último, porque podría serlo.