La Mujer Que No Lo Es- Yoonmin

Capitulo 2: La delicada señorita que nunca habla

"Espero te guste este lugar, es uno de mis restaurantes favoritos"

              Jimin bebió un poco del vino tinto que el mozo había servido hace un momento en su copa. Estaban el y la preciosa señorita en uno de los mejores restoranes de Seul,para el rubio asistir a comedores como ese no era cosa usual, de todos los días, pues,siendo hijo de un exitoso empresario y de una cirujana se podía dar esa clase de lujos y muchos más. El dinero era algo que a el y a su familia nunca les había faltado.

             Por otro lado, Yoonji, miraba atónita todo el lugar, como si nunca antes hubiera estado en un lugar así. La vista a la ciudad, la decoración, la calidad de los manteles, cubiertos y  las copas con finos dibujos grabados. Era demasiado para que ella pudiera procesarlo.

"Tenias mucha hambre,¿no?"

              Preguntó al ver la rapidez con la que  ella había devorado su pollo al limón.
Si, tenía mucha hambre, demasiada, además nunca había probado un plato de ese calibre,tan lujoso y delicioso.
Asintió con la cabeza,y Jimin sonrió.

"Tengo 22 años, en 2 meses cumplo 23, ¿Tu cuantos años tienes ?"

            Yoonji negó con la cabeza, no le daría ese tipo de información, entonces lo dejó intrigado.

"Oh, bueno...Supongo que te contaré sobre mi, soy estudiante de medicina, pero tambien trabajo en la empresa de mi padre,el es muy exitoso"

              Pensarán que Jimin comenzaba a sentirse incomodo, hablando solo, sin recibir nada a parte de la otra persona, pero no era así, el se estaba sintiendo tan bien, ella lo escuchaba muy atentamente y eso le gustaba.

"Soy el menor de la familia, mi Hyung, el esta casado,tiene 2 hijas, y todos esperan que sea como el..."

Suspiró.

"Pero creo que aún soy muy joven para pensar en el matrimonio, ¿no?"

                Yoonji asintió y por primera vez la vio sonreir levemente, se veía linda y Jimin trató de convencerse de que le atraía...pero no era así.

                Así el le contó algunas cosas sobre su vida, sin mencionarle nada sobre su orientacion sexual. Salieron del restaurant y fueron a caminar por un parque cercano.

               Mientras caminaban, se tomo el atrevimiento de observar su figura. El vestido rojo que llevaba resaltaba su palidez, dejaba al descubirto sus hermosas piernas largas, y combinaba con el colorde sus labios. Era preciosa,pero no lo suficiente para el,pero debía serlo.

"Me la pase muy bien, contigo Yoonji,sabes en el burdel me dijeron que no hablabas y que eres solo una acompañante, no entendí al principio que caso tenía contratar a alguien así. Pero admito que eres muy hermosa,y cuando te cuento sobre mí me prestas tu oído, eso hace sentir bien a la gente"

               Yoonji pensó que el muchacho que no dejaba de hablar era precioso, y le pareció muy triste lo que estaba haciendo.

          Ella agarró su mano,y se acercó para besarlo mientras la suave brisa del viento volaba sus cabellos.
Aquel beso lo tomó por sorpresa, y cuando ella se separó  Jimin se sintió malditamente mal por no haberle sentido sabor al beso, porque no le había gustado, ni hecho gracia en los mas minimo.

"Oh yo..."

               A pesar de que no había sentido nada, estaba rojo de la verguenza. Era la primera vez que besaba a una chica.

"¿Te gustaría ir a un lugar más privado?"

                  Y así fue como Yoonji terminó engullendo toda la extensión de Jimin hasta lo más profundo de su garganta, en aquella habitación de hotel.
               Estaba de rodillas frente a el, que se encontraba sentado al borde de la cama,gimiendo y tirando de cabello de la chica para que tragara aún más su miembro.

"Ahgg..."

                   Los agudos gemidos del rubio le gustaban, se oían tan lindos e inocentes. Ningún cliente antes había gemido tan bonito.

                     Jimin acabó en su boca, en vez de escupir ella levantó la vista hacia el sin dejar de mirarlo y lo tragó todo, y antes de separarse dejó un sonoro beso en su glande.

                  Debía admitirlo,eso fue muy erótico y excitante. Esa mujer, sabía lo que hacía.
                 Se paró de la cama, se puso a su altura, la besó, necesitaba comprobar, una vez más,si le podían llegar a gustar las mujeres aunque sea un poco.
                    La tomó de la cintura, ella le siguió el beso, y wow si que besaba bien, sus labios eran suaves y carnosos.
¡Pero maldita sea!
!El seguía sin sentir nada!
Entonces pensó que necesitaba más que un beso.

"Sabes..."

Dijo entre besos.

"Se que no realizas otra clase de servicios, pero en realidad me gustas, y puedo pagarte el doble si deseas,o el precio que se necesario"

 Mintió. Ella no le gustaba.

              Tomó asiento nuevamente en la cama,y ella lo miró con mucha atención, tenía las rodillas rojas de tanto estar arrodillada, en su boca aún había rastro de semen y su labial estaba esparcido por toda la cara.
Negó con la cabeza.

"Por favor,solo por esta vez, te pagaré lo que sea necesario"

                Volvió a negar y Jimin se sintió tan desesperado por buscar una maldita solución a su homosexualidad.

"Por favor! Y-o en serio necesito hacer esto, no entiendes yo..."

                   Rompió en llanto,que pesimo se sentía por haber tenido que llegar a eso, la idea era que al besarla o al ver su hermosa cara, el sintiera algo, se sintiera atraído, pero no fue así.
                Y ahora estaba llorando como un bebé, quedando como un necesitado,como un urgido pervertido, cuando no lo era.

                  Las lagrimas caían de su bonito rostro hasta su pantalón. Era un fracaso,una verguenza, daba asco, eso y todo lo que su familia decía que era.

"¿ Porque no te buscas una puta? No voy a dejar que nadie me tenga de pasiva y menos un gay reprimido como tu ¿sabes mocoso?"

                Aquella gruesa voz le dejó los pelos de punta,un escalofrío recorrió su cuerpo cuando levantó la cabeza y supo que la voz provenía de la delicada "señorita" que nunca habla.

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