Aaquel cuarto es completamente blanco.
Me encuentro entre cuatro paredes blancas y lisas con un suelo lleno de baldosines blancos.
Él vater dónde estoy sentada es de un blanco brillante al igual que el lavabo y la luz que desprende la única bombilla que hay colgando en el techo.
Nunca me han gustado las luces blancas, me parecen tan frias...
Vamos Hanna, concentración.
Me digo a mi misma.
Por fin llega el momento,suspiro aliviada y me coloco la ropa interior y los vaqueros y cierro la bragueta.
Dejó el termómetro encima de la tapadera y me lavo las manos delicadamente intentando tardar lo máximo posible para que aquellos cinco minutos que tengo que esperar no se me hagan interminables.
Cierro los ojos y me deslizó por la pared hasta quedarme sentada en el frío suelo de baldosines.
El cansancio acumulado empieza a notarse y por un momento dejó la mente en blanco.
Todo es blanco en ese instante.
Abro los ojos y miro la hora, han pasado ya cuatro minutos y medio...30 segundos se interponen entre mi destino y yo.
Por un momento ansío ver el resultado,me parece increíble que en aquel pequeño aparato este escrito mi futuro ¿no?.
Barajo las posibilidades, que en ese momento son dos, positivo o negativo, y por una vez en mi vida quiero que el resultado de una acción realizada por mi sea negativo.
Miro el reloj.
Cinco minutos exactos.
Me levanto temblorosa y hecho a andar hacia el vater lentamente dónde he dejado que aquel aparato haga su trabajo.
Cuándo llego me quedo allí sin saber muy bien que hacer.
Vamos Hanna,seguro que no es y aquí estas haciendo un drama, me ánimos a mi misma y sin pensarlo más cojo el test y miro.
Rosa.
El resultado es positivo.
Estoy embarazada.
