Capítulo Primero

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Era una noche más de desvelo, un chico cualquiera navegando en una extravagante biblioteca virtual, allí sería donde todo ocurriría.

¿Cuántas probabilidades hay de encontrar un usuario específico, y que justo esa persona no tenga comparación con ninguna otra? ¿Es solo una coincidencia? ¿O es una historia más escrita antes, llamada destino?

No estamos para responder preguntas controversiales.

Una vez más me encontraba muy tarde buscando alguna historia que me llamara realmente la atención, y sin previo aviso, la historia no sería ni más ni menos que la de una persona, y no de un/a escritor/a.

Esa noche comenzaría a escribir en mi memoria el relato de mi alien favorito.

Era una chica físicamente como cualquier otra, un usuario en una multitud.

Números y Números, Letras y Letras.

¿Cuántos como yo quieren vivir una historia enfocada completamente en el gusto dinámico de encontrar a alguien con quien compartir las suyas propias?

Pues llegaría ella para comenzar a labrar en el difícil arte de conocerte a ti mismo.

Para alguien que se consideraba otro número en el papel, ella le haría entender que era perfecta, y no solo eso, que tendría cierto parecido con él.

¿Quiere decir que no somos "normales"? ¿Pero que es realmente "normal"?

Es una pregunta que por más que no sepa responderla, tampoco quiero averiguarlo. Siempre hay prioridades, y desde que la conozco ella es la mía.

Un ser espiritual con una carga positiva más allá de los confines de mi entendimiento, sería lo suficientemente interesante y atractiva como para dedicarle todas mis horas de tiempo a ella y solo a ella.

¿Estamos hablando de un cliché más de una historia amorosa entre adolescentes? Sigo cuestionándomelo.

Pero realmente no le llamo amor, el amor es algo para los terrícolas.

Es un estudio intergaláctico por tratar constantemente de conocer las emociones del otro. Aquí no hay ni flores ni chocolates.

Hay jardines de plantas jamás vistas por la humanidad, y flores de colores ni siquiera perceptibles al ojo humano, sustancias comestibles más allá de cualquier sabor exótico perceptible por una comunidad de terrícolas.

Aquí no hay fuegos artificiales, Hay estrellas naciendo y big bangs desatándose entre las constelaciones.

Aquí no hay viajes en avión, ella me lleva en un viaje intergaláctico con vista a miles de millones de galaxias al mismo tiempo. En una nave que lleva su nombre, tripulada por sus voces y manipulada por sus emociones.

No hay libros ni historias.

Hay relatos infinitos de ficciones inéditas de su presencia.

No es amor.

Es afecto no identificado.


Relatos de un AlienWhere stories live. Discover now