Ya había pasado una semana desde que Harry había abierto los ojos por primera vez después de tres años y también desde la confesión que me hizo.
Flash back
-¿Qué s-sucede?-.
-Tengo miedo-me sorprendí.
-¿M-miedo a que?-.
-A olvidarte-confeso, me sonrojé como nunca.
-¿Q-q-que?-¡No puede ser! Esto es una…una… ¡¿Confesión de amor?!
-Mira, Hanna seré claro…tú me…-pero fue interrumpido por unos golpes que provenían del otro lado.
-¡Hanna!, ¿se encuentra bien?-decía mientras golpeaba la puerta del baño.
-¿E-eh?...si, Marcel estoy bien…-grite desde el otro lado.
-¡Qué bien!, pero…-hizo silencio por un momento, se oía pequeños sollozos del otro lado-¡Ya no lo soporto más! ¡Tengo que entrar al baño!-se le oía desesperado.
-S-sí, ya salgo Marcel.-miré para la dirección de Harry pero él ya se había ido, me sentí mal.
Fin de flash back
Desde ese momento casi no lo veo, parase como si me estuviera evitando por algo y no sé porque.
Suspiro…
Siento como mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón. Lo saco y veo el identificador.
Era mi padre…es extraño; ya que desde que vivo en Londres él nunca me ha llamado y eso más de siete meses y medio.
-Hola, padre…-conteste tratando de sonar firme aunque estoy segura se escuchó un poco más nerviosa.
-Hanna…yo…-en el fondo se escuchaba sollozos-quiero que vuelvas a America-.
-¿Qué…estas diciendo?-sentí que algo malo sucedía.
-Lo que escuchaste, Hanna…-hizo una pausa; parecía que lo que diría era difícil- Michel…él falleció…-sentí como mi corazón paraba y como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.
-N-no puede…ser…-mi hermano…el…-¡No me jodas! ¡No mi hermano, no pudo morir!- corte la llamada y caí de rodillas al suelo. Y empecé a liberar todo la ira y dolor que sentía en ese momento. Era imposible que el muriera, él era fuerte, ¡él era el orgullo de la familia Weber! Sentía como la oscuridad me absorbía de pronto.
-¡Hanna!-fue lo último que logre escuchar.
Me había desmayado.
