Y quizá sí, me equivoqué.
Todos tus reproches, demandas e insultos están justificados.
Todos.
No te traté como te merecías, como te habías ganado.
Me arrepiento.
Créeme, de verdad; soy totalmente sincera.
Debí haber sido más fría, más tajante.
No tendría que haberme dejado llevar por tus juegos, por tus incontables mentiras; por esas palabras que salían de tu boca con la misma veracidad que se le da a un lunático.
Y sí, debí haberte tratado peor, debí esconder el teléfono cuando llamabas suplicando perdones imperdonables, debí no haber sonreído en vez de llorar, debí haber tatuado cada puñalada en mi piel y sacarlas a la luz.
Definitivamente, debí tratarte como merecías.
Como lo que fuiste.
Como una mierda.
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Culpable de ser yo
PoetryMe declaro culpable; culpable de escribir sobre lo que me da la gana; sobre lo que me inspira hoy y sobre lo que odiaré mañana. Sentiemientos de amor, deseo, odio, crítica... Certezas de la vida. Certezas de nada. Si lo lees, sabrás por qué o por q...