Querido tú,
hemos dejado de hablar por WhattsApp. Ahora, se me hace raro abrir mi móvil y no encontrarme con tu mensaje.
Te habías convertido en mi rutina. De esas rutinas que, por muchos días que las repitieras, nunca te cansarías de ella.
Ahora, no tengo quien me diga buenas noches a la hora de irme a dormir.
Ahora, ya no existen las "buenas noches" ni las noches buenas.
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Querido tú,
RomanceQuerido tú, espero que nunca sepas que te escribo esto a ti, o estaría en graves problemas.