Todo había comenzado cuando él había ido a la biblioteca para buscar más información para su ensayo.
Había estado buscando los libros adecuados durante un montón de tiempo, por lo que estaba literalmente sepultado bajo varios libros, cuando de repente vio una cabellera color café cerca de donde se encontraba. No sabía quién era, sin embargo, podía ver prácticamente todo lo que hacía desde donde se hallaba enterrado; no había sido su intención espiarle, mas ¿qué otra cosa hacía? no podía salir de la barrera de libros en la que se había visto atascado, así que, en vez de hacer esfuerzos para salir de ahí, se quedó en silencio admirando al chico que había tomado varios libros de la sección de "novelas", esperando que si no hacía el mínimo ruido él no se espantaría.
No supo cuánto tiempo había pasado hasta que sintió su pierna adormecerse a causa de todo el peso sobre ella, y lo único que había intentado ―con fracaso― fue mover la pierna para liberarla, pero no podía, al menos no sin arriesgar su posición y sus abolidas acciones; todo por haberse sentado y echado todos los libros que iba viendo en las piernas.
《Genial, Jongin, eres un genio》pensó, tomando sus cabellos azabache entre sus manos.
Probó a jalar su pierna con sus manos, pero lo único que hacía era que su inminente desesperación incrementara cada vez más. Podía sentir un hormigueo horrible, y en ese momento las ganas de sacarse los libros de encima había sobrepasado los límites de su desesperación; ya ni siquiera le importaba que el chico que había estado espiando le notara y se diera cuenta de sus 'sórdidas acciones'.
Su garganta profirió un grito ahogado, y es que ya no aguantaba estar bajo varias pilas de pesados volúmenes de Psicología. De lo que no se había dado cuenta, era que aquel supuesto grito ahogado que había largado había sido más ruidoso de lo que pretendía, por lo que el chico de sedoso cabello café terminó por voltear a su dirección, exponiendo a Jongin de una vez por todas. Viéndole con horror y curiosidad fue como recibió la recién acabada vigilancia de Jongin hacia su persona, sin embargo, lo único que se atrevió a hacer después fue acercársele con cautela, observando las enormes ganas del azabache para liberarse de la enorme carga que sobrellevaba sobre sus extremidades inferiores.
El chico en cuestión se acomodó los lentes de botella que poseía, mirando a los ojos a Jongin, quien seguía atrapado. Por supuesto, aquel chico ya le conocía, Jongin lo supo por la mirada que le lanzó en el principio; parecía ser que su fama de playboy le otorgaba ciertos beneficios, como que todos en la Universidad le conocían y el tener más vida social de la que él quería. Pero no fue el único que le reconoció de inmediato, también Jongin pudo reconocer al chico de lentes y cabello café anaranjado. El chico se llamaba Kyungsoo, el más inteligente de la institución, y era una terrible coincidencia que estuviesen en el mismo salón.
Casi siempre el chico tímido y de tez pálida era el blanco de las burlas de sus supuestos amigos, algo a lo que Jongin le molestaba, y he ahí de dónde se conocieron por primera vez. Jongin era como su guardián, ya que cada vez que los abusadores del chico se acercaban él se acercaba también, defendiéndole al ver que Kyungsoo nunca lograba contraatacar. Había hecho eso tantas veces que suponía que el chico de lentes le recordaba como si fuese otra saga de cómics que leía; porque sí, aunque aquel chico era el más estudioso de todo el plantel, también se daba el lujo de leer cómics cuando su tiempo libre le dejaba hacer algo. He ahí también el apodo que le surgió. "Nerdggie" era el sobrenombre por el que casi todo el plantel le conocía, siendo una burla a su nombre y a sus gustos; Jongin tampoco podía soportar aquello, por lo que él intentaba que aquel odioso y degradante apodo se desvaneciera tal cual la Viruela, pero parecía que cada vez que había logrado su cometido volvía a surgir de entre las sombras, empapando de nuevo horrorosamente el nombre de Kyungsoo. Parecía ser que Jongin era el único estudiante que le llamaba por su verdadero nombre.
―¿N-necesitas ayuda, Kai? ―el chico le llamó por su apodo―. Claro, es lo único que puedo ofrecerte, ya sabes, porque soy un inútil en todo.
Parecía que el contacto de ojos que habían mantenido por algún tiempo había hecho que la desesperación de Kai se esfumara tal cual un truco de magia.
―Te sería muy agradecido si lograras sacarme de aquí ―dijo simpáticamente. Otra cosa que destacaba de Jongin era que él era muy agradable y amable con todos.
Kyungsoo dibujó una bella pequeña sonrisa para Jongin, la cual hizo que el corazón del más alto de los dos diera una sacudida violenta. ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué había pasado aquello si solamente le había dirigido una sonrisa? Si siempre recibía sonrisas por parte de chicas lindas...
《Pero no es igual》razonó el azabache en su cabeza, sacudiéndola después para que aquel pensamiento abandonara su mente. 《¿Qué te pasa, Jongin? ¡Es sólo una sonrisa! ¿Y qué fue eso de 'no es igual'? ¡Te estás poniendo estúpido sin razón!》
Admiró cómo el chico pálido que le había ofrecido ayuda se encontraba alejando los pesados volúmenes de Psicología que tenía encima, empilándolos dos por dos a un lado de él. El moreno también intentó ayudar, mas la posición en la que se encontraba no le ayudaba en absolutamente nada, por lo que la mayoría del tiempo observaba como un adorno cómo Kyungsoo se deshacía cada vez más del enorme peso sobre sus piernas. Cuando estuvo completamente liberado no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, viendo como el chico bajito se limpiaba el sudor de la frente; siendo sincero, aquel era el único esfuerzo físico que había hecho después de varios años.
―¡Gracias, Kyungsoo! ―le agradeció con entusiasmo. Las mejillas de Kyungsoo coloreándose de un lindo color rojizo.
―N-no hay de qué, t-tú s-siempre haces cosas por mí ―largó con timidez. Jongin ocultó su gran entusiasmo bajo una capa de neutralidad y fingida preocupación―. S-supongo que e-esta es la manera de agradecerte por tanto que has h-hecho por mí.
《Bésalo.》pensó. Su lado racional intentando ganarle al lado sendual.
―¿Qué quieres a cambio de esto? ―fingió no haber escuchado lo que había dicho el chico de tez pálida. Los ojitos grandes del castaño se abrieron mucho más, agitando sus manos extendidas por la altura de su pecho.
《Bésalo ya.》Jongin ya no pudo razonar con claridez.
―Oh, n-no, n-no me debes nada, c-como dije, s-siempre haces cosas por mí, y... ―pero fue interrumpido por algo que nunca pensó que el moreno haría.
Jongin le había besado.
Jongin le había robado su primer beso.
Aunque ciertamente hubiese sido apenas un roce de labios, Kyungsoo pudo sentir sus mejillas enrojecer a sobremanera, y lo que pudo con él fue la brillante y hermosa sonrisa que Kai le dirigió al separarse.
―Supongo que eso compensa lo hecho aquí ―comentó, yéndose corriendo después, dejando a un Kyungsoo confundido y medio enamorado. Pero antes de partir por completo de la biblioteca, éste le largó:―. ¡Cuando sea mi cumpleaños espero uno de tus besos sabor miel como regalo!
Kyungsoo no pudo enrojecer más, sin embargo, no pudo evitar sentir mariposas en el estómago ante lo sucedido. Él también sonrió, tal cual colegiala enamorada. Recogió las novelas que había estado leyendo y también abandonó el aula, abrazando los libros que llevaba como si fuesen un peluche, y su andar tan peculiar se había desvanecido, dándole paso a los pequeños brinquitos que daba al caminar.
Mientras tanto, el moreno razonaba al andar caminando por los interminables pasillos. ¿Qué había hecho? ¿Acaso le gustaba?
Sin lugar a dudas, su mente era un lío, mas no prestó atención a eso, prestó atención a lo que Kyungsoo le daría en su cumpleaños. No podía esperar a ver qué haría el castaño al llegar su cumpleaños.
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Besitos sabor miel ❥Kaisoo (two-shot)
FanfikceEl cumpleaños de Jongin, un universitario en proceso de conseguir su carrera, estaba cerca, y sus amigos habían decidido hacerle una gran fiesta, pero lo único que Jongin más anhelaba era que Kyungsoo, el nerd de la Universidad, le diera uno de sus...