Chanyeol era como un imán. Un joven por el que todos tenían interés gracias a ese carácter tan agradable que poseía. Esa sonrisa y esos ojos terminaban de cautivar a las personas. Sehun lo sabía, él era una de ellas. Pero tenía cosas que lo hacían diferente al resto, cosas que ignoraba.
El mayor tuvo varias parejas, todas atractivas. Desde chicos tiernos hasta chicas hermosas. Pero ninguno le llegó nunca a los talones a su verdadero interés amoroso: Sehun.
Porque no había ser más bello que él. No había una sonrisa más linda que la que aparecía en su rostro alterando su expresión fría. No había una voz tan melodiosa como la suya. Y no existía alguien a parte de Sehun que le provocara incasables latidos.
De tanto pensar en el menor, una sensación de necesidad lo recorrió por completo. Una necesidad de tener a Sehun acurrucado en su pecho con su respiración golpeando su cuello. Una necesidad de recorrer su suave e hipersensible piel con los dedos. Los nervios se le hacían difíciles de ignorar con cada segundo que pasaba. Nunca estuvo tan nervioso por confesarle sus sentimientos a alguien. Cuando Sehun abrió la puerta, todo tembló a su alrededor. O quizá el que temblaba era él. O tal vez era el cuerpo que de un momento a otro se encontraba bajo suyo en la cama, estremeciéndose con cada toque que dejaba sobre su abdomen bajo su ropa. Chanyeol no comprendía como el más pálido permitía eso, aún no eran nada más que amigos.
—Chanyeol —murmuró tomándolo del cuello con ambas manos, atrayéndolo a su rostro. Todo le parecía surrealista. Nunca imaginó tener a la persona que más deseaba tocándolo de manera tan delicada.
Para Chanyeol la piel de Sehun era tan suave como el terciopelo, o incluso más. Para Sehun, las manos de Chanyeol poseían la misma suavidad.
Les gustaba eso. Los labios aterciopelados del contrario unidos a los suyos.
Chanyeol fue a su casa dispuesto a decirle lo mucho que le atraía, que lo quería. Podría dejarlo para después. Se negaba a despegar sus labios de los suyos. En vez de decirlo con palabras, lo demostraría con acciones. Con besos y toques aterciopelados.
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Palabras: 366
15/1/18
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