mi luz de estrella infernal

37- dia ocho

Primer movimiento.

La joven de cabellos rojos se encontraba, esta vez, en el salón de estar en aquel castillo, se encontraba sentada en uno de los sillones y frente a ella, como ya era costumbre, Mikel, en medio de los dos sobre una mesa un juego de ajedrez, casi a mitad de juego.

- y...¿que piensa hacer? Señorita; la han rechazado en el olimpo. - hablo por primera vez desde hace ya un rato, llevaban jugando al menos dos horas y solo mencionaban algo de vez en cuando.

- oh pobre e ingenuo Mikel... La vida es como un juego de ajedrez, esta llena de estrategias y siempre debes pensar tus movimientos- tomo al rey y lo encerró en su puño - incluso para los dioses es así - miro la pieza y sonrió - y esta ocasión no es la excepción... Se debe derribar al que el tiene el poder - dirigió su rey hacia el contrario y lo tiro tomando su lugar - que en este caso es Athenea... - río malignamente.

- oh... Eso es trampa.. - se quejo, recibiendo así una mirada fastidiada de (tn), su reacción fue sonreír y rascar su nuca.

- en el ajedrez las piezas blancas son primero, pero se que ella no atacara, así que ignoraremos esa regla... Ve y encargate de los caballeros que siempre están con ella - dijo de manera dura

- también de Andromeda? -la mirada de (tn) se oscureció

- no... No lo lastimes... Demasiado - hablo bajando la mirada y el albino solo asintió.

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Mientras tanto en la mansión Kido se encontraban las ya conocidas parejas (las cuales son mis fav :v), se encontraban en el jardín de la mansión, pues en el recibidor ya no cabrían tantas personas, los doce caballeros dorados también se encontraban ahí, además, a los jóvenes les gustaba mas la tranquilidad del jardín. Todos se hallaban conversando sobre como salvarían a (tn) y estrategias para probable guerra que ocurriría pronto.
Pero sin previo aviso un estruendo se oyó en aquel jardín, y un cráter se había formado en una distancia alejada de todos; como era obvio los caballeros y guerreras corrieron hacia el lugar con la esperanza de que (tn) estuviese ahi, desgraciadamente no era así; un joven alvino de figura delgada pero fuerte salia de este gran cráter.

- ese es...?- indagó Akari recordando sus días en la secundaria.

- Mike! - grito Maria segura de si.