mi luz de estrella infernal

22-

- Debe estar bromeando- la rubia estaba definitivamente enojada

- tu crees que un Dios bromearía? No eres muy astuta entonces- el albino se burlo de ella

- tu sierra la boca!- Hades se mantenia en calma mientras los dos peleaban  hasta que comenzó a hablar.

- dejen de pelear, este no es lugar para sus berrinches. Y no, no es broma June de Camaleón, pronto comenzara la época de frío, eso quiere decir que Persefone estará aquí en el inframundo, no puedo seguir mi plan mientras ella este aquí, por lo tanto, tendrán que seguir solos durante el invierno.

- dijiste que me ayudarías, como se supone que lograre esto sola?- pregunto enojada

- Mikel te ayudara, eso es suficiente, además, te he ayudado bastante hasta ahora, si no te hubiera inscrito a esa escuela, seria mas difícil para ti lograr tu cometido.- era sorprendente la calma que tenia ante la situación, algún otro Dios ya la hubiera decapitado. (Y yo también >:v)

- bien... Seguiremos su plan aun si usted no puede ayudarnos...

[meses antes]

La joven se encontraba en el balcón fuera de su habitación, observando el prado pasando los muros de la mansión, se veía hermoso a su parecer, por su mente divagaban varias cosas, entre ellas el comportamiento que tuvo ese mismo día, por alguna razón, no se arrepentía.

- sera este lado mio... Herencia de mi padre?- comenzó a pensar en que ese lado que ella no conocía lo heredó de su padre, mientras la belleza fue de su madre.

- como hubiese sido, si mi madre no me hubiera mandado a la tierra?- hablaba para si misma, por alguna razón quería ver a su padre.
Escuchó un golpeteo ligero en la puerta, y el sonido de esta abriéndose para dejar ver a un peli-verde de ojos esmeraldas, quien quedo hechizado al verla, si para el su belleza ya era demasiada, ahora quedaría paralizado al solo verla, que es lo que estaba sucediendo, Shun no decía nada, sólo la miraba como si ella fuera la cosa mas hermosa sobre la tierra.

- como te fue? Shun- (tn) le ofreció una ligera pero bonita sonrisa, la que Shun adoraba.