Recuerdo cuando la conocí....
Loca, fría, mala, vengativa, bromista, enojona, estupenda, seria, alegre, dura... como una roca y fría como Alaska, cruel, para nada dulce, pero hermosa, detrás de la careta de amargada, sabía que algo bueno se escondía detrás, ella fue mala conmigo y me hizo sentir esos primeros días tan solo y poco merecido, pero a pesar de ser grosera y rígida, había algo detrás de su ceño fruncido y sus labios retorcidos y ese rostro sin expresiones, estaban sus ojos, esos lindos ojos miel, casi verdes que no me dejarían mentir, esos ojos que no me ocultaron lo mucho que yo le gustaba, sin embargo era mas mi miedo que mi curiosidad por descubrir si tenia una oportunidad con esa loca, que aun que chica parecía y actuaba como un amigo cualquiera, pero era tan especial que jamás permitió que se le faltara al respeto, cada vez que me le acercaba aunque disimulaba yo me estremeciá, las tripas se me hacían añicos y me ponía nervioso, su mirada por encima era fría, profunda y prometedora, pero una vez que se miraba mas al fondo se podía descubrir que estaba loca por mi, mis ansias tal vez me delataban no lo se, lo que si se es que su seriedad y sus palabras tan cortantes, me hacían sentir nada y que por supuesto me odiaba, ahora que lo pienso aunque hubiese tenido y me hubiera dado la oportunidad de estar a su lado, yo no le llegaba ni a los talones era mucha chica para un tipo como yo, aparte su familia jamás lo permitiría, y mucho menos mi novia, yo estaba enamorado, completamente enamorado de alguien mas, pero a su llegada en mi vida o yo en la suya como sea que fue, dude, dude de lo que sentía por Cintya, dude de mi, dude del mundo, dude de mi familia, dude de todo a mi alrededor y también dude de mi existencia, unos meses después de solo verla por ocasiones silenciosas y segundos cortos, llego una fiesta donde casi todos los adolescentes de la ciudad sean o no de reputación se reunían, festejabamos y conviviamos después del día de la gran fiesta en las calles los ricos con los pobres y los de clase media simplemente actuaban como si no se conocieran, solo se tenia una noche al año para convivir con los hijos de los maganates de la ciudad, aunque normalmente cada quien terminaba la fiesta con su bolita el chiste de todo era convivir y festejar, pasarla bien mas que nada, yo nunca antes desde que asistía a estas fiestas me la había encontrado por lo que no esperaba verla cruzar por esa fiesta, pero a la media noche, mire hacia la puerta y como si esto sucediera en cámara lenta por el pasillo de paredes blancas que dirigían de la entrada a la pista de baile, esa chica que me había matado con sus palabras, paso frente a mi despampanante como nunca antes o mas bien como siempre, su cabello estaba mas largo y alisado, sus jeans negros le ajustaba a la medida, una camisa abierta y un crotop dejo a la vista el buen busto que cargaba sus ojos estaban tan bien pintados y sus labios brillaban con las luces, paso desapercibida por todos menos por mi, al verla saludar a Antony un chico de familia buena, mis esperanzas se perdieron para siempre, pero todavía me anime a acercarme y saludarla, lo hice y para ser sincero no esperaba que reaccionará de esa forma, fue tan linda y dulce, me brindo asiento y una bebida sin alcohol, de ser verdad desde un inicio en que me senté en esa mesa de gente superior, me sentí incluido por ella, me sentí aceptado, pase el resto de la madrugada conversando y riendo con esa chica y sus amigos, lo que si se es que no podía evitar el echo de que su mano estaba entrelazada con la de Antony, también estaba expuesta a los abrazos y apapachos cortos, me dio una rabia y no se porque, me desplome cuando se besaron la primera vez, y las veces consiguientes me bombardearon dejándome casi sin vida, pero hay algo que me enterró por completo, y fue ver toda la madrugada como su mirada juguetona lo admiraba y me sentí tan idiota al darme cuenta que esa bella mirada de deseo y admiración por parte de sus ojos hermosos, yo la había tenido y nunca mas en mi vida la tendría, me sentí tan tonto Y estúpido desaproveche mi oportunidad meses antes y de ahora en adelante yo no tendría nada mas que la mirada de compasión de esta chica, sabia como se sentía ese tipo y entendía su felicidad pues yo la había tenido antes en mis manos y no me había dado cuenta, y la perdí la perdí para siempre, me enterró tres metros bajo tierra saber que en ese momento mis sentimientos por ella se habían despertado y ahora ella era la que no podía y nunca mas se voltearia hacia mi, aprendí que si tienes una oportunidad así de grande la tomes en el momento o la chica se puede ir para siempre de tu lado, me dolió como supongo le dolió cuando le hable sobre Cintya, no es bueno comparar pero ellas jamás se igualaron una cosa es la estrella del cielo y otra muy diferente es el sol del universo, después de ver su explosión de amor por horas, me levante molesto conmigo y con ella por haber sido tan cruel y espantar mis sentimientos en su momento, me dirigí a ella invitandola a bailar, asintió y Antony se levanto como todo un caballero, el caballero que nunca fui yo, empezamos bailando una canción rápido y seguidos por una canción lenta, alcance a decirle -"se que lo amas, tanto, porque lo miras como me mirabas a mi", ¿de que hablas, Ian? - me abalance a sus labios se quedo atonita y no dejo que Antony se acercara a golpearme pues a mitad del camino su delicado puño impacto en mi mejilla derecha, se agacho a decirme sus ultimas palabras crueles sinceras frias como siempre, -"asi es, te ame en silencio pero ya no mas, tu no me mereces, y no tienes derecho de aparecerte en mi vida justo cuando tengo a alguien que si me quiere, eres un egoísta.-
Sus palabras me dolieron mas que el golpe y mi corazon se rompio mas de lo que ya estaba, se alejo tomando su mano y lo que se es que lo arruine, desde el inicio lo hice mal, despues de esa noche todo cambio y no me puedo explicar
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"Aida" (historia corta)
Short StoryAida, regalo, don. Tal vez ella era el regalo que el cielo había mandado para mi...