Abrí los ojos. Lo único que podía ver era un techo negro, sucio, casi comido por la humedad de las tuberías en mal estado. La obra iba a ser bastante profunda y ya me estaba entrando pereza de pensar que yo tendría que echar una mano.
Bajé a la cocina, la casa se componía de dos pisos y a mí me tocó la boardilla (parece que eso se convertiría en mi habitación; la verdad es que no estaba descontenta con la idea de tener mi propia habitación, mi hermano siempre había ocupado todo el espacio de la casa).
-- Buenos días papá.
-- Buenos días cariño, ¿todo bien?¿dormiste bien?
-- Si si, algo nerviosa por la inscripción la verdad.
-- Seguro que quiere estudiar eso.... no tiene muchas salidas....tendrías más posibilidades si estudiases medi...
-- Papá, ya lo hablamos una vez. Si me obligas a cambiar de ciudad sólo porque no seas capaz de escribir una novela, (lo que conlleva a perder a todas mis amistades y tener que romper con mi novio...) al menos no decidas mi futuro. Déjame estudiar tranquila algo que amo. Es justo, ¿no?
-- ... touché... ¿tienes todo preparado?
-- Sip. ¿Marchamos?
Llegamos al instituto, era enorme comparado con otros que habíamos estado mirando, la verdad que nos quedamos con este porque salía más económico (la tacañez de mi padre nunca se desvanecería, es algo que perdurará para siempre).
La sala de inscripción era cálida, enseguida me puse al lado del radiador pues allí a pesar de ser verano parecía invierno. Siempre había nieve. La chica que nos atendió no es que se dijera que era la persona más cálida del mundo, aunque yo no estoy para hablar. Rellené el papel y lo entregué lo antes posible, quería acabar el curso lo más rápido que pudiese.
-- Bueno las normas del centro te llegarán al correo, tendrás una taquilla donde podrás dejar lo que quieras, pero el centro no se hará cargo de las perdidas; lo que traigas será tu responsabilidad.
-- Que amable....
-- ¿Decía algo señorita?
-- Nono tranquila. ¿Me enseñará el centro?
-- Niña no me pagan por dar vueltas con chavales.
-- No deberían pagarte por fingir que trabajas en el ordenador cuando realmente ves vídeos de youtube de gatos con sombreros. Tranquila, no es la única que dice realidades a la cara sin importar la consecuencia.
Cogí el papel donde se encontraban todas las indicaciones de mis clases ( dibujo artístico, volumen, dibujo técnico, etc). La verdad es que no me creía que podía estudiar lo que quería. Mientras leía el papel no presté atención al chico que venía de frente. Los dos chocamos y cayeron todos sus libros.
-- Perdón, perdón.
-- Nada no te preocupes, eres la nueva ¿no?
-- Joder, creí que podía conservarme en la invisibilidad al menos por un día.
-- JAJAJAJA aquí todo el mundo es un cotilla. Que no te parezca raro.
-- Disculpa por lo de los libros...no fue mi intención.
-- Tranquila, no miraba por donde iba. Por cierto me llamo Edgar.
-- Kayla.
-- Bonito nombre, no es muy común por esta zona. Ey te diré donde están tus clases, sino llegarás tarde. Mira la primera te toca conmmigo...y la segunda...parece que este curso seré tu sombra señorita.
-- No me molesta jajaj.
Pasaron las clases y cada vez amaba más ese lugar. Me parecía tan fascinante todo lo que se podía aprender...me pasé bastante tiempo en la biblioteca de la ciudad, me costó encontrala aunque me sirvió de excusa para conocer la zona. Era hermosa la cuidad. Recogí unos libros y solicité el permiso para llevarlos a casa. Los metí a la mochila y volví a casa. Al llegar mi padre me estaba esperando. Se olvidó como siempre de ir a buscarme. Ni en otra ciudad cambian las cosas...
-- Cariño tengo una sorpresa para ti.
-- ¿Has arreglado el techo?
-- Nop
-- la puerta
-- Tampoco
-- fregaste. porque no te vas a librar
-- frío frío
-- me rindo
-- mira en la parte de atrás.
Era tarde y no se veía nada, solo había un bosque que la verdad no parecía un bonito lugar para jugar. Busqué lo que podía ser mi sorpresa, pero no era capaz de ver nada. De repente oí un ruido, se veían reflejados dos ojos a lo lejos, como si algo me estuviera vigilando. Intenté acercarme pero la luz de atrás de la casa se encendió. Me sobresalté.
-- Si enciendes la luz es más fácil.
-- Ja Ja
-- ¿te gusta la moto?
-- Me encanta, ¿donde la cogiste?
-- Me la vendió un chico muy majo...tenía un nombre muy raro...
-- Edgar...
-- SIII, ¿como lo sabias? ¿le conoces?
-- Claro es mi compañero de clase. Me enseñó el instituto.
-- Me gusta que hagas amistades rápido. Además es muy buen chico.
-- Si si lo que tu digas. Me voy a dormir. Buenas noches papá.
-- Buenas noches ogrito.
Me acomodé como pude en aquella cama hinchable. No paré de pensar que era aquello que vi en el bosque. Me entró un escalofrío solo de pensar que algo o alguien me podía estar observando. Mañana sería otro día, asi que espero que solo haya sido mi imaginación.
Quizás sea hora de informarme de las leyendas del bosque.
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The blue wolf
ФэнтезиKayla, una chica de 17 años se muda a Forestcity después del accidente de su madre hace unos meses. Forestcity es una ciudad rodeada de bosques cuyas leyendas se limitan a nombres de lobos. Durante la estancia conocerá a un chico que sin saberlo, c...