Prólogo

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Los tres hermanos se miraron entre sí, para luego bajar la vista y adorar a la pequeña recién nacida que se movía inquieta en su cuna de oro. Uno de ellos con sus manos tomó una porción de nube y rápidamente le hizo un sonajero, la pequeña lo aceptó y empezó a moverlo causando la risa de todos. Abrió sus ojos mirando fijamente a su padre, el cual se derritió ante esas esferas azules. Su otro hermano la tomo entre brazos para acunar la, dejó el sonajero en la cuna y se acurrucó entre los fuertes brazos de su tío. Los tres sabían lo que debía pasar, pero no querían, los había cautivado.

Creo que ya es hora.- Murmuró el mayor tomando el sonajero para ponerlo en la manta que la envolvía.- Deberías despedirte, no seas terco.

No quiero dejarla ir.- La sacó de los brazos de su hermano para tenerla él.- Mi pequeña princesa.- Le acarició sus pocos cabellos negros - Volverás a casa, te lo prometo.- Y de la misma forma con la que crearon el sonajero creó una cadenita para su cuello con un dije de un perro de tres cabezas.

El mensajero la tomo entre brazos para llevarla a su nuevo hogar. Se escuchó a lo lejos un grito desgarrador, le habían quitado a su hija. Por primera vez estaban los tres unidos. Tendrían que esperar 18 años para volver a tenerla en casa.

Goddess Of The UnderworldWhere stories live. Discover now