El Plan - [Creek]

4

En la mañana.

Estaba echado en su cama viendo su blanquecino techo, en su basurero, a un costado de su escritorio, estaba la revista xxx gay hecha pedazos.

No tenia las ganas suficientes de levantarse e ir a la escuela, pero tenia que encarar a alguien, pues ya tenia en mente al sujeto que estaba provocando esto, vaya que lo iba a lamentar.

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Recogió a Tweek en su casa, como era su costumbre, y ambos caminaban hacia su escuela. Craig calmaba las especulaciones del rubio al creer que todo lo que sucedía era obra de los aliens o el gobierno.

Antes de entrar el wn peruano se detuvo. - Babe, necesito encargarme de algo. - Avisó. - Te veo en el salón. - Besó su frente para evitar su preocupación.

- E-Esta bien. - Sonrió levemente. - P-Pero cuidate d-del gobierno ¡Gah! - Se despidió con una mano, corriendo a su clase.

Craig miró a todas partes, asegurándose que ni un estudiante y/o profesor estuviera presente.

El silencio se formo aun cuando se encaminó hacia la parte trasera de la escuela, sabia que la persona que buscaba se salteaba las primeras clases para fumar.

- Deja esas mierdas, McCormick - Habló, llamando la atención del rubio, quien se encontraba tendido en el suelo con un cigarrillo en la boca.

Apenas lo escuchó se acomodo en su sitio, sentándose.

- Tucker. - Sonrió, alejando el objeto cancerígeno de su boca. - ¿Que te trae hacia mi? - Preguntó, viendo como el de ropajes azules caminaba hacia al frente de él.

- Ya deberías saberlo. - Dejó su mochila a un lado, acercándose rápidamente a Kenny para agarrarlo del cuello de abrigo. - Anda, niegamelo. - Levantó un puño en amenaza.

El rubio de ojos celestes ni se inmuto, dándole otra calada a su cigarrillo. - Te lo niego. - Escupió su humo en la cara del oji-verde. - ¿Por qué piensas que la revista es mía?

Craig tosió por el humo. - Jamas hable de una revista.

McCormick chasqueo su lengua, la cagó, se daba cuenta. - Habla con el gordo, a mi no me metas. - Se encogió de hombros, restándole importancia al tema y dando otra calada.

Tucker dudó un momento, pero lo dejó ir, escuchando un quejido de parte del rubio.

Agarró su mochila, regresando a su salón de clases.