Obscure

Encerrados en la escuela

Miguel  veia  por el  balcon  del  colegio como  se  iva  Marta. Se  quedo  mirando el  atardecer  embobado por lo que  acababa  de  pasar, no se  lo podía  creer,  pero así  era.  Se  quedo un rato  atónito hasta  que alguien  le  toco por la  espalda.-  Tío  que  van a  cerrar la  escuela, vámonos  rápido  de  aquí.  Era Cristina,  estaba  muy  enfadada  por hacerla  esperar  tanto y decepcionada  por lo  que  su amigo acababa  de  hacer. -buah tia  a  sido increible.  dijo  Miguel  con brillo en los  ojos.- No des  detalles  por favor,  salgamos  de aquí  anda. Empezaron a  bajar las  escaleras, todavía  quedaban dos  pisos  hasta  llegar a  la  salida  de  la  escuela, las  paredes  eran  de  ladrillos  muy  antiguos, por algo  esa  escuela  llevaba  décadas  construida  allí, en esa  escuela  habían  estado los  padres  de  miguel,  Cristina  era  mas  nueva, venia  de  una  urbanización de  ricos  pero  por razones  que  Miguel  desconocía  se  había  cambiado  de  escuela.  Conforme  bajaron el  segundo piso veían que  la  clase  donde  estaban  castigados  estaba  vacía, miraron por el  pasillo  y las  otras  clases  estaban igual. Siguieron bajando  y llegaron al  primer  piso, donde  estaba  la  sala  de ordenadores, miraron por el  pasillo  que  llevaba  a  esa  clase  y estaba  oscura, todas  las  puertas cerradas  a  cal  y canto. El  colegio daba  miedo,  era  muy grande,  y en el  vivieron  monjas, daba repelús, bajaron rápidamente  al  Hall, la  puerta  parecía  cerrada, se  acercaron a  la  puerta  e  intentaron abrirla  pero no se  habría. -Mierda, esta  cerrada,  ¿sera  una  broma  no?.-no creo,  se  abran olvidado de  nosotros.- dijo  Miguel riéndose  de  su amiga. Tranquila  seguro que  habrá  alguien  aquí. - Eso espero, esta  oscureciendo. Miraron aaquíalrededor  y no parecía  haber  nadie,  fueron corriendo  al  despacho  del  director,  en el pasillo  solo  había  bancos  para  esperar,  y dos  escaleras, para  bajar  al  sótano  y para  subir a  las  clases, la  puerta  del  recreo  y la  sala  de  espera  del  despacho del  director, -Quedate  aqui  cris, voy a  ver si  hay alguien. -Vale,  no tardes- Dijo  mirando  unos  ventanales  que  había  encima  de  ellos. Miguel  se  fue  y la  dejo  sola,  cada  vez  estaba  mas  oscuro, miro  el  móvil  y eran  casi  las  ocho de  la tarde,  sus  padres  la  iban a  matar,  no estaban  acostumbrados  a  no tener a  su hija  castigada  y en casa tan tarde, eran  un poco sobre  protectores, no les  gustaba  que  se  juntaran con Miguel,  porque  le sacaba  varios  años. Miguel  regreso pronto. -Tata  no hay nadie- dijo Miguel  con cara  de  preocupación.-Voy a  gritar,  se  acabó. Cristina  empezó  a  gritar  por si  alguien la  oía, se  ponía  nerviosa, el  colegio le  daba  miedo, y no era de  extrañar.  Miguel  la  acompaño  gritando  y pidiendo  ayuda  pero nada,  ni  una  respuesta. -¿Que  hacemos  tío?.- Llamaremos  por telefono  a  nuestros  padres, no pasa  nada  tonta, anda  dame  tu movil  que  el  mio esta  en mi  casa. Cristina  obedeció  y le  dio  el  telefono, se  sabia  la  contraseña, no había  secretos  entre  ellos. -Madre  de  Migue...madre  de  Migue...aquí- llamo  a  su madre  pero no podía.  Miro el  teléfono. -Oh mierda- Dijo Miguel. - Que  pasa  estúpido  no me  asustes.- No hay cobertura, a  ver si  así...- Subía  la  mano pero  nada, se  subió a  un banco  pero nada, cero  ranitas, se  movía  de  un lado a  otro del pasillo  y Cristina  se  ponía  nerviosa. -¿Nada?- pregunto a  su amigo.  -Nada. -Tengo una  idea, pero no te  va  a  gustar...- Dijo Miguel  un poco asustado por su propia  ocurrencia- Subamos  a  la  torre, donde  dormían las  monjas, es  el  sitio mas  alto  de  la  escuela, allí  nos  asomamos a  una  ventana  y habrá  cobertura  seguro. Cristina  se  quedó  callada.-  o  esto  o  dormir  aquí  y  esperar  a  que  nos  recojan  mañana  por  la  mañana, cosa  que  dudo porque  mañana  es  sábado...