- Tengo un nuevo reto para ti.
Cade rodeó el cuello de Chris con un brazo, provocando que este se desequilibrara un poco del impulso.
- ¿De quién se trata esta vez? - dijo sonriendo con malicia -. ¿No será otra de las chicas de primer curso? Es tan fácil engatusarlas que ha perdido la gracia - hizo un mohín.
Cade rio y negó con la cabeza.
- No, esta vez es más difícil. Mucho más.
Chris le miró con curiosidad.
- ¿Quién es entonces?
Cade escaneó a la multitud que iba de un lado para otro, apurada por llegar a sus clases. Después de varios segundos encontró a su objetivo.
- Ahí, junto al extintor - dijo señalando con el dedo -. ¿Ves aquella chica rubia, la de la sudadera azul?
Chris buscó con la mirada hasta que la encontró. Ella parecía un poco desorientada, como si no supiera a dónde tenía que ir.
- Tío, ¿quién es? No me suena de nada - dijo extrañado.
- Esa es la gracia - respondió Cade -. No tengo ni idea de quién es. Y tú tampoco. He hecho un par de preguntas y, de hecho, nadie sabe quién es. Puede que sea nueva.
Chris suspiró con frustración.
- ¡No digas! Si nadie sabe quién es, ¿cómo la encuentro? ¡Sin saber nada de ella no tengo manera de acercarme con algo preparado! - exclamó.
- Ahí está el reto, tío. Tienes dos semanas. Buena suerte.
Cade le dio una palmada en la espalda a su amigo y se fue, dejándolo perplejo y maquinando su próximo movimiento.
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De cuando el lobo conoció al cordero
RomanceUn chico. Una chica. Un reto. Esta es la historia de cómo Chris intentó seducir a Anna.