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.water day.

{FELIX}  

- Espero ponerme moreno - comento, estirando mi toalla en la caliente arena.

- ¿Más? - Hyunjin, que ya está estirado boca abajo en la suya, supongo que con la intención de deshacerse de su palidez, abre los ojos confundido.

- Pero si estoy muy blanco - me quejo -, cuando vivía en Australia estaba super moreno.

- He visto fotos y, estabas monísimo - asegura Seungmin, que está plantando la sombrilla.

Ruedo los ojos y me quito la camiseta, dejándola al lado de la toalla.

- ¿Venís? - grita Jeongin desde el agua.

Asiento y corro hacia él, entro en el agua a toda velocidad y me lanzo encima de él para hundirlo.

Me encanta la playa y, además, la echaba mucho de menos.

Llegamos ayer a este pueblecito donde todos pasan los veranos y al que, este año, mi familia y yo nos hemos añadido al ser invitados por las famílias de los chicos.

El agua me refresca de golpe ya que con este sol estaba casi derretido.

Jisung, Seungmin y Hyunjin se meten en el agua y jugamos durante un rato con una pelota de playa hasta que, de repente, se pincha. Ninguno de nosotros encuentra una explicación lógica pero pronto lo olvidamos.

Una hora después salgo y me estiro en mi toalla, boca abajo,  para descansar un rato mientras los otros siguen en el agua cual sirenas.

Alguien se estira a mi lado y, reconozco que es Jisung cuando oigo que maldice para sí mismo que tiene arena por todas partes. Jisung no soporta la playa.

Finalmente consigue estirarse a mi lado y giro la cabeza para mirarle.

Su cara de asco lo dice todo.

- ¿Por qué vienes si no lo soportas? - me río.

- Porqué es verano y si el plan con mis amigos es ir a la playa, pues voy a la playa. No me voy a quedar encerrado en casa. Ni lo sueñes. Llevo un curso entero encerrado en una cueva para aprobar y ahora, que por fin lo he hecho, me merezco salir y no hacer nada durante todo el verano.

Cierro los ojos y dejo que hable, me cuenta cosas sobre sus padres, que en cuanto volvieron de sus vacaciones le interrogaron sobre un jarrón que se rompió durante la fiesta; de su hermano, que en realidad no se fue con amigos ese día, sino con su novia; de lo mucho que le gustan los gatos y quiere adoptar uno pero no puede por culpa de la alergia de su padre; y de Minho. 

Claro que habla de Minho. Todo el día del chico.

Habla de él como si fuese un Dios, y del gato que tiene todavía más.

Me relajo, no me molesta que no se calle, la verdad es que estoy bastante acostumbrado. Siento el sol en mi espalda y oigo el sonido del mar de fondo, con leves gritos de la gente que juega en el agua.

Estoy demasiado a gusto y agradezco internamente por todo lo que tengo. 

La verdad es que soy feliz, estoy muy orgulloso de tener un grupo de amigos como el mío y una familia que me apoya incondicionalmente.

Y de repente abro los ojos cuando oigo a Jisung mencionar el nombre de aquel chico que me robó algo más que un par de besos en la fiesta.

- ¿Qué? - abro un ojo, para que no me moleste el sol en la cara y, encaro a Jisung.

- ¿No me estabas escuchando? - dice Jisung, frunciendo el ceño.

- Lo siento, me estaba quedando dormido - le muestro mi mejor sonrisa.