Hoseok pensó que haber chocado con Seokjin y tirar su helado -por accidente, claro-, fue lo mejor que hizo en toda su vida. Al darle su propio helado al menor, le propuso dar un paseo en forma de disculpa, dejando solo a Taehyung para irse con el chico.
"Jung Hoseok, el amigo el año." se escuchó susurrar a Taehyung mientras blanqueaba sus ojos divertidamente.
(...)
Con Hoseok y Seokjin, todo iba genial, menos por un solo detalle. Sus edades.
Hoseok tenía veintitrés años.
Seokjin tenía quince años.
No era una gran diferencia de edad, pero al escuchar la edad del menor, a Hoseok fue como si su mundo se hubiese hundido al igual que el Titanic.
No iba a mentir, le atraía muchísimo Seokjin. Eso no significaba que quería acabar en prisión. Algo tonto, pero fue lo que pirmero le pasó por la mente. Él, vestido con una camisa y un pantalón a rayas blancas y negras, detrás de unas rejas.
—Entonces, Seokjin, ¿Qué haces solo por aquí?
—Se suponía que iba a encontrarme con un amigo, pero al parecer no vendrá.—El menor se encongió de hombros, y volvió a darle una lamida a su helado, mientras ambos seguían caminando por el parque.
—Ya veo. Oye, ¿Podrías pasarme tu nú-
Algo interrumpió a Hoseok mientras hablaba, o mejor dicho, alguien. Taehyung, quien corría hasta los dos muchachos con su móvil en mano y gritando el nombre del mayor a todo pulmón.
Cuando llegó, lo único que hizo fue tirarse al suelo, y habló con la respiración agitada. En resumen, no se entendió ni vergas.
—Tu... Herma... Na... Bebé. Ahora...—Y con eso, Hoseok salió corriendo con Taehyung detrás de él. No sin antes gritarle a Seokjin que al día siguiente le esperaba en el mismo puesto de helados.
"¿En qué me metí?" Pensaba el pequeño mientras volvía a su casa con una radiante sonrisa.