Quise dedicarte un par de versos sin sentido,
Grabar tu nombre en una casa en ruinas,
Dibujar en tu mente un retrato de mi alma.Para que solo tú pudieses sacarles la miga,
Para que veas hermosura en lo decrépito,
Para que nos sigas escuchando aquella vieja canción que anuncia el fin.Pero querer y poder no son sinónimos perfectos,
Más bien hacia la antonimia van rectos.
No es lo mismo volver que nunca haberse ido,
Hundirse en el mar que coronar la cima,
Saltar hacia el vacío que añorar la calma.Porque puede que no tengas interés en lo que digo,
Porque las lágrimas de tinta no son ya nada inédito,
Porque siempre quieres ser mi abrigo pero a la hora de compartir camino, te vas al otro confín.Hermosa contradicción,
Tu mirada me atraviesa, siento vértigo del bueno.
Como cuando juega en el parque una niña traviesa y le da igual que llueva, nieve o caigan truenos.Tremenda adicción,
A verme enredada entre tus piernas, un par de tardes de incendio.
Como dos exploradores con sus linternas, que ante un gran hallazgo gastan toda su luz, clavados sin remedio.Triste indecisión,
La de tu cruel corazón.
Hoy le ruego que se despida y me deje continuar mi vida,
O que quite el cerrojo de esa puerta que anuncia un futuro tan prometedor.Poderte querer, querer no poder...