Prólogo.

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—¡NO PUEDEN HACERME ESTO! —grite con todas mis fuerzas—. Puede ser que no sea su hija biológica, pero no pueden sacarme a la calle como si fuera un animal.

Jamás había visto a mi padre tan molesto y enojado conmigo, había cometido una verdadera estúpidez; pero no era para que me sacara a la calle.

Mi madre se puso a espaldas de mi padre, me miraba con lastima. Así es como siempre me vieron, con pena de ser lo que soy, una chica mal agradecida.

—Solo es para darte una lección —hablo más tranquilo—. Quiero que entiendas que no puedes viajar al otro lado del mundo cada que se te dé la gana, tampoco puedes beber hasta perder casi la conciencia, mucho menos tener peleas callejeras y casi matar a las personas con las que peleas.

—Hija, llamo mi madre—. Solo promete cambiar y está discusión se termina.

—No lo haré —me levanté del suelo—, me regresaré a mi país con mi hermano —metí mis manos a los bolsillos de mi chaqueta y saque las llaves de mi motocicleta—. Me iré ahora mismo.

—Si eso quieres eso tendrás, tú hermano también está cansado y me dijo que no te diera nada de dinero para que regresaras ni para tus necesidades, hasta que cambiarás tu actitud —dijo mientras caminaba a la casa con mi madre por detrás.

—Debes estar bromeando ¿Verdad? —pregunte incrédula—, mi hermano nunca diría y me haría esto.

—Llámalo por ti misma y pregúntale.

Concluyó cerrando la puerta en mis narices.

Esto era demasiado grave, mi hermano se cansó de tener a una hermana como yo; después de tantas cosas todos estaban cansados de mi. Solo me faltaban tres semanas para cumplir la mayoría de edad, entonces mi hermano tendría que darme todo el dinero que me dejo mi padre biológico, ya por fin no lo administraría, solo en tres semanas este infierno se termina.

Con ese dinero por fin cumpliría la promesa que le prometí a mi abuela hace muchos años.

Solo me quedaba la opción de quedarme con Suni mi hermana adoptiva.

Me monte en mi motocicleta y me dirigí al departamento de mi hermana.

°°°°°°

—Lo siento pero no puedes quedarte aquí.

—ME ESTAS ESCUCHANDO —grite desesperada—. Me han sacado de la casa de tus padres y sigues diciendo que no me puedo quedar aquí —dije más tranquila.

—Lo siento Luna —nego—; pero mi padre me llamo contándome todo y tiene razón, lo siento ade...

No deje que terminara porque salí molesta de ese lugar.

¿Ahora que haría?

No tengo amigos, no tengo familiares aquí en Seúl, solo tengo a mis padres y hermana.

Pero ahora que lo pienso bien, Sun Hee podría ayudarme, fue mi mejor amiga hace tres años; soy una completa idiota por haberme alejado de ella y ahora querer este enorme favor, pero era eso u quedarme en la calle esta noche y esa no era una opción.

Solo espero que este despierta.


°°°°

—Puedes quedarte —sonreí—. Pero no tres semanas, solo esta noche —mi sonrisa se borro—. Mis padres no están por eso estoy aceptando que te quedes, pero prometo ayudarte por la amistad que alguna vez tuvimos —dijo con una enorme sonrisa en el rostro.

Sun era un ángel, tanto físicamente como interiormente.

—Gracias no tengo como agrade... —me interrumpió dándome una abrazo.

Yo me quedé rígida, no estaba acostumbrada a esta clase de demostraciones de cariño y ella lo sabía.

A pesar de saberlo siempre me roba abrazos, esa era la manera de demostrar que me quiere.

—Te extrañe —susurro en mi nuca.

—Y yo a tí.

Sonreí y la abracé.

Después de todo ¿Podríamos recuperar nuestra amistad?



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Espero les guste la historia:3 si hay alguna falta de ortografía no duden en decírmelo 7u7

Por dos semanas  | Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora