Hola:) Bueno, estaba pensando en escribir un nuevo capítulo de mi novela, y viendo el ballet de La Bella Durmiente, y de repente esta idea invadió mi cabeza, así que me encuentro escribiendo esto. Es un relato corto sobre la misma historia, desde otro punto de vista, con un giro macabro. Espero que les guste :) No olviden votar y comentar qué les parece, es algo muy importante para mi. Sugiero poner el video de "Multimedia" del ballet de La Bella Durmiente, es mi versión favorita, y me parece que la música va muy bien mientras se realiza la lectura de esta historia. Disfruten ;)
Narrador: Todos conocen la historia de La Bella Durmiente, aquella chica que estaba destinada a morir por el maleficio de una hechicera, pero fue salvada por sus hadas madrinas y su príncipe azul.
¿Jamás se preguntaron que ocurrió dentro del castillo durante todos esos años que ella estuvo escondida en el bosque?
Esta historia está narrada por unaa persona que vivió en carne y hueso la experiencia de vida dentro del hogar de la dulce y adorable Bella Durmiente.
Aunque... ¿quién sabe?
Tal vez para algunos no era tan dulce ni adorable.
Y mucho menos bella.
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¿Por qué todo es para ella? Yo soy más linda que ella, o eso suelen decirme mi nodriza. Cuando estamos solas. Y nadie puede escucharnos. En voz baja.
El día del nacimiento de Aurora, yo tenía tres años, y pude admirar su hermosa belleza. Pensé que seríamos las hermanas más unidas del reino. El día de su bautizo me sentía muy feliz, aunque parecía que mis padres habían olvidado mi existencia, y los habitantes del reino tan sólo se acercaban a mi con un suave "Hola", y enseguida corrían hacia Aurora.
"Es hermosa" "La futura reina" "Será deseada por todos los jóvenes del pueblo"
Extrañada, me senté detrás de los tronos de mis padres, desde donde podía observar todo sin ser vista. Pronto se anunció la llegada de tres hadas, las cuales le darían dones a mi pequeña hermana: Fauna, Flora y Primavera. ¿Tres? A mi bautizo sólo asistió un hada. Traté de restarle importancia, y vi como las primeras dos le concedían la belleza y una armoniosa voz.
Las banderas comenzaron a caer del techo, relámpagos tronaban fuera del castillo, y todas las personas presentes gritaban.
"Maléfica" pude escuchar decir a todos, así que supuse que era el nombre del hada que acababa de entrar. Horrorizada, corrí a esconderme a mi habitación, donde estuve encerrada el resto del día. No supe que había pasado con mi hermana, aunque más adelante me enteraría de todo. Estuve tirada en la cama llorando completamente sola, hasta caer dormida.
Aún recuerdo ese día a la perfección, diecinueve años después de que pasara.
Catorce de septiembre. Faltaban poco para el cumpleaños de mi hermana. Hacía poco menos de dieciséis años se la habían llevado para mantenerla a salvo en el bosque. Pensé que sería lo mejor cuando era una niña, ya que así volvería a ser la favorita del hogar.
Pronto me había dado cuenta de cuan equivocada estaba. Todos en el castillo hablaban de Aurora todo el tiempo, y nadie se preocupaba por mi. Los plebeyos se sentían muy mal por la pérdida de mi hermana, y siempre llevaban regalos para ella, aunque no estuviera presente, era ridículo.
Esa noche, Maléfica entró en mi cuarto de repente. Antes de poder verla, supe que en mi habitación había una presencia malinga. Me encontraba acostada en mi cama, mirando hacia el techo, tratando de dormir, y de repente sentí una ráfaga de aire a mi lado, para luego ver una gran llama verde que dejó de arder en cuanto la hechicera apareció de pie frente a mi. Emití un suave grito, pero dejé de hacer ruido cuando ella puso un dedo sobre sus labios a manera de advertencia.