Decidiste Dejarme (Fan fic)

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Llegaba una fría noche en la gran capital, las calles se veían solitarias y los vagabundos se escondían dentro de los puestos para sentir el agradable calor. El dúo se estaban quedando en una pequeña casa por parte de sus giras, coincidían en su más grande sueño: Triunfar como los sobresalientes músicos que llevaban en la sangre.

Pero esa misma noche, ellos estaban practicando para su próximo show dentro de la gran capital. Pero esa presentación era para ellos el éxito ganado. Varios productores podrían ir a escuchar la majestuosa voz de Ernesto y las dulces composiciones de Héctor fusionadas. Después de mucho esfuerzo, varias desveladas y el mayor deseo desde niños pronto ganaría frutos.

Pero el mayor sacrificio que obtuvieron tras seguir su sueño es abandonar a sus seres queridos. Héctor aun extrañaba a su amada esposa y su pequeña hija, pero al estar a lado del el caballero sentía varias emociones encontradas mientras pasaban juntos su travesía por el país. Siempre se preguntaba si era raro sentirse muy cariñoso con su mejor amigo. Sentía miedo del rechazo de Ernesto a pesar de entregar su sincero y puro amor.

Eso sería dejar a Imelda y a su adorada Coco, lo que más amaba en su vida. Pero tenia dos opciones, una vive y la otra muere.
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Después de sus últimos preparativos para la inesperada presentación, Héctor intentó preguntarle a Ernesto sobre las chicas que ardían por estar a su lado. Era una excusa para enterar si alguna dama lo había conquistado, pero tenia el corazón palpitando para hacerse dicha pregunta.

-Y cuéntame, ¿Cómo te va en el amor?-sentía los nervios sobre la respuesta de su mejor amigo.

-Ay,hay alguien que locamente cautivó mi corazón, nunca pensé que podía enamorarme.-dijo con sinceridad.

-Y... ¿Cuál es su nombre?

Hubo un pequeño silencio por parte ambos y sus sonrojos empezaron a ser muy notables. Ernesto se acercó hacia Héctor y lo tomó de sus cálidas y delgadas manos.

-Esa persona está enfrente de mí y se llama Héctor, amor.-dijo mirando perdidamente en los ojos de Héctor y luego se mordió el labio.

Ambos se miraron fijamente hasta acercarse aún más hasta plantarse un tierno beso. Héctor tenía las lagrimas brotando en sus ojos y no paraba de acariciar el cuello de Ernesto. Se separaron con sonrisas de ambos y Ernesto tomó su mano dando una suave caricia en el cachete derecho de Héctor.

-Te amo, mi amor.-dijo con ternura y con el corazón abierto.

-Yo también te amo.

Por la radio se escuchaba una pequeña balada, una balada que significaba la unión de dos personas al sentirse muy sinceros por el amor y el cariño ciego que después de varios años se liberó.

Ernesto agarró por la cintura a Héctor y éste puso sus brazos en el cuello de su amado. Comenzaron a bailar muy tranquilamente y se miraban entre ellos hasta sentir de nuevo sus labios mientras bailaban al compas de la balada.
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Despertó Héctor con miedo y ver un lugar muy colorido que nunca había visto. Caminó por varios callejones y en un gran charco vio como ahora era un esqueleto. Solo significaba una cosa: Estaba muerto. Sus ojos se llenaron de lagrimas por todo lo que perdió y haber llegado muy joven a este mundo raro. Jamás ver otra vez a Imelda y a su hijita que tanto amaba.

Se iba a perder una gran parte de la vida de su única hija y una vida normal que quiso tener después de abandonar a sus sueños y especialmente a Ernesto. Recuerda la discusión que tuvieron sobre irse de la capital al rechazar la cita de varios productores que estaban interesados sobre el dúo. Pero para darse el adiós, unas copas entre amantes prohibidos por ultima vez. Eso fue que hizo caer en la muerte.

Cada trago era un balazo para él por confiar en alguien que entregó su amor. Era un error en dejar a Imelda y a su Coco por un pendejo que le juró el amor. La verdadera razón su asesinato era por la culpa de los celos que le invadieron a Ernesto. Él quería estar con Héctor hasta el ultimo día de su muerte y brillar como Dios manda haciendo lo que les apasiona: Cantar.

-¡SOY UN PENDEJO! ¡¿POR QUÉ FUI MUY INGENUO?! ¡QUÉ MIERDA HICE PARA MERECER ESTO!.-se lamentaba crudamente de rodillas hasta quedar vacío.

Esa era la historia de un viejo amor, un amor que se volvió tóxico y que acabó con su vida.

Cosas de Cocolocos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora