Explorando

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- Había pasado cerca de 3 meses ya... Emma y yo habíamos logrado obtener las tijeras de unos bandidos, aunque difícil no fue imposible, solo era cuestión de tiempo antes que ellos se dieran cuenta, bien ahora el problema fue que luego de robárselas tuvimos que salir tan rápido como entramos.

- Una vez que ya estábamos fuera del rango de peligro aquella libreta empezaba a brillar con gran intensidad.

- Marco está brillando algo dentro de tu abrigo.

- ¿eh? Emma esto quiere decir que ella está por aquí cerca.

- ¿ella, a quien te refieres?

- A Hekapoo.

- Entonces ¿qué hacemos?

- Debo seguir hasta poder encontrarla.

- Recuerda que yo soy la que es buena rastreando.

- No presté mucha atención ya que si algo había aprendido de mi lucha anterior era que debía de ser cauto y no apresurarme con relación a atacarla de frente.

- El libro tuvo un brillo mayor y fue cuando buscándola la vi, sentada sobre las ramas de un arbol sonriendo con esa mirada burlona hacia mi.

- Hekapoo.

- Marco.

- Me puse en posición y Emma también.

- No Emma, esto es entre ella y yo.

- Marco si te ayudo ambos podríamos derrotarla más facil.

- No... esto es algo que yo debo de hacer solo.

- No le refuté más y corrí a esconderme detrás de unos arbustos mientras veía como Hekapoo bajaba de la rama suavemente, ambos mantenían una pose de combate y se veía a leguas que esto sería en serio.

- Marco corrió hacia ella zigzagueando, y a su vez ella imitó los movimientos de él; ambos se entrelazaron los dedos mientras empujaban con todas sus fuerzas, a Marco le costaba seguirle el ritmo mientras ella parecía que solo estaba jugando, levantó a Marco con suma facilidad y lo envió por los aires haciendo que aterrice sobre unos arbustos.

- ¿eso es todo niño? Veo que solo fue suerte que derrotaras a la primera.

- No fue aggg suerte, fue estrategia... !!!

- Pues levántate y demuestrame esa estrategia tuya NIÑO... !!!

- Me levanté tan rápido como pude y me encaminé hacia ella; rápidamente analicé mi entorno y solo habían árboles y arbustos a mi alrededor, pero aparte yo tenía algo más, las tijeras de los ladrones, rapidamente calculé una manera de derrotarla; me dirigí hasta ella de frente.

- Así que de frente; no me subestimes niño.

- En el momento en que ella vino hacia mí yo giré rápidamente y me lancé dentro de unos arbustos.

- Cobarde sal y pelea niño.

- Esto no era sobre ser valiente o cobarde era sobre recuperar las tijeras de Star y no perder tanto tiempo; ella era quien forjaba las tijeras así que si abría un portal ella lo vería y arruinaría mi ataque; ¿cómo hacer que caiga en mi trampa sin que me la reverse?

- Bien niño si no piensas salir entonces te haré salir.

- Estaba con prenderle fuego a ese arbusto cuando sobre mí vi un portal que se abría y algo rojo salió y empezaba a caer sobre mí.

- Así que robaste tijeras niño... pero no es suficiente para derrotarme con esas sorpresas bobas.

- Salté hacia atrás algunos metros dejando que aquel bulto rojo cayera sobre el suelo mientras me burlaba de él, pero grande fue mi sorpresa cuando sentí como unos brazos me enredaban y me inmobilizaban.

Hekapoo la odisea de las tijerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora